El acto del pregón supuso el debut de Colirio, el nuevo caballo de la Alguacililla, que sucede al fallecido Romero
El preCarnaval Cultural de Ciudad Rodrigo tuvo en la mañana del domingo su única cita al otro lado del Águeda: el pregón de la Asociación de Amigos del Alguacilillo, que ya cumple 17 ediciones. Este año, la cita tenía un carácter especial, ya que suponía la primera edición sin el caballo que habían montado todos los alguacilillos hasta la fecha, Romero, que falleció el año pasado poco después del Carnaval.
Precisamente, Romero, que murió con 33 años, fue protagonista en los primeros minutos del acto del pregón con una semblanza que hizo del mismo Carlos García Medina. A Romero le ha sustituido Colirio, que hizo su debut montado por la alguacililla, Patricia Zamarreño, en el tradicional paseíllo desde la sede de la peña, en el Bar Gloria, hasta el lugar del pregón, el Centro de Capacitación Agraria.
En esa comitiva, en una mañana fabulosa en lo meteorológico y con la compañía musical del tamborilero Juan Antonio Muñoz, ocupó un lugar destacado el pregonero de este año de los Amigos del Alguacilillo, el televisivo Carlos Martín Santoyo, quién como él mismo explicó siempre había rechazado dar pregones (salvo una mínima intervención en una ocasión), pero que esta vez había aceptado "por el cariño en las llamadas" que le hicieron Lauren Risueño y Tato Galerías, cabezas visibles de la Asociación.
Antes de iniciar su intervención, el acto, presentado por Lauren Risueño, contó con la intervención ya mencionada de Carlos García Medina, y del presidente de la Asociación, Tato Galerías, quién hizo su habitual ronda de saludos, abrazos, rezos ("para que no haya cogidas en Carnaval"), y vivas a los Amigos del Alguacilillo, Ciudad Rodrigo y España.
A continuación, intervino Isabel Bernardo, pregonera de los Amigos del Alguacilillo en 2015, quién se encargó de presentar al pregonero, "un hombre familiar, de los que te llevan a la pantalla de televisión", definiéndolo asimismo como "un rostro habitual del periodismo taurino 'de casa'" (es decir, de las televisiones más cercanas).
El pregón
Como arranque de su pregón, Carlos Martín Santoyo aseguró sentirse "como en casa, porque se respira taurinismo por los cuatro costados". En este sentido, hizo un repaso tanto a periodistas taurinos de la tierra (como Mónica Pérez Alaejos o Javier Lorenzo), como a toreros, entre los que mencionó a Juan del Álamo, Manuel Diosleguarde, José Luis Ramos, José Ramón Martín y Conrado. De igual modo, mencionó al "niño prodigio" Marco Pérez, y a otro joven de la tierra que está en la Escuela Taurina de Salamanca, Iosu de la Calzada.
Al hilo de su estreno como pregonero con esta cita, Carlos Martín Santoyo quiso recordar su debut televisivo, que se produjo en Televisión Palencia en febrero del año 1995, resaltando la evolución en estos 24 años de "un programa nacido en una televisión local" a uno que "ahora se ve en dos televisiones autonómicas", además de poder llegar por Internet a cualquier rincón del mundo.
Carlos Martín Santoyo dedicó su pregón a hacer una ferviente defensa de la fiesta nacional, cuyo descubrimiento fue "lo mejor que me ha pasado en la vida". Según él mismo explicó, desde su labor televisiva intenta "contribuir a que el mundo de los toros capte jóvenes para asegurar el relevo" (mencionó a la Juventud Taurina de Salamanca), y a "luchar contra la doble moral del Reich animalista", con "su surrealista doble vara de medir", recordando los ataques surgidos tras la muerte de Víctor Barrio e Iván Fandiño, y los percances sufridos por Paco Ureña o el novillero Manolo Vanegas.
A continuación, quiso resaltar aspectos claves de la tauromaquia, como que "el toro bravo o lucha en la plaza o su destino es el matadero", o las 500.000 hectáreas existentes de dehesa, que "constituyen otro aval".
Carlos Martín Santoyo planteó una serie de cuestiones que deberían acometerse para que la tauromaquia no corra peligro, como que se abran los carteles ("por lo que luchaba Víctor Barrio"), renunciando las grandes figuras a tantos emolumentos, el cuidado del ganado, mimar a los jóvenes con precios más accesibles, y combinar en los carteles a jóvenes con veteranos, como hace él mismo en su programa.
En este sentido, el pregonero apuntó que "es triste ver las dificultades que tienen los novilleros para torear", lo que provoca el abandono de algunos, como David Salvador, reduciéndose drásticamente su número en los últimos lustros (de 320 a 142 en 20 años) pese a la labor del Bolsín Taurino o de la Escuela de Tauromaquia. Por otro lado, habló del riesgo que se corre a nivel legislativo, mencionando el caso del Toro de la Vega: "se empieza por los festejos populares y se sigue por el resto".
Apuntando que "no es momento de ponerse críticos ni tristes con el sistema", Carlos Martín Santoyo dio algunas pinceladas sobre la Asociación de Amigos del Alguacilillo, antes de resaltar "qué bonita es nuestra fiesta, la fiesta de España, le pese a quién le pese", criticando la "politización" que se intenta hacer de la misma con, por ejemplo, la retirada de la tauromaquia de las Medallas de las Bellas Artes.
En el tramo final de su pregón, habló de algunos aspectos de su propio programa, por ejemplo, sobre cómo combinan invitados muy conocidos con otros desconocidos, o cómo en el mismo se hicieron las primeras entrevistas a El Juli o Roca Rey, en éste caso tras proponérselo Fernando Fernández Román. Desde su punto de vista, "el mejor premio de venir aquí es conocer a estas gentes".
Volviendo un poco a su defensa de la tauromaquia anterior, Carlos Martín Santoyo cerró su pregón señalando que "no podemos permitir que cuatro mindundis se salgan con la suya", reivindicando que las calles de Ciudad Rodrigo "deben seguir acogiendo encierros", y que los chavales deben continuar teniendo su oportunidad en el Bolsín, "la joya de la corona taurina mirobrigense".
Finalizado el pregón, tomó la palabra el alcalde Juan Tomás Muñoz, que agradeció a Carlos Martín Santoyo su "compromiso y análisis de la situación del mundo del toro", señalando que lo comparte. El acto se cerró con las intervenciones de Tato Galerías (para dar las gracias al Centro de Capacitación Agraria, a su artesano de cabecera, Miguel, y al presidente de la Peña Manuel Diosleguarde), y de la alguacililla, quién señaló que sigue "ilusionada como el primer día; siempre son cosas nuevas que se aprenden", por ejemplo, este año, es un equino nuevo.
Como es tradición, a continuación entró en el salón la Rondalla III Columnas para interpretar varias de sus coplas carnavaleras.