La tasa de ocupación de los menores de 25 años es del 66,5%, la segunda cifra más elevada de la serie analizada, sólo superada en 2008 (71%). Desde aquel año se encadenaron cinco años de decrecimiento. Este índice registró su menor volumen en 2013, cuando bajó hasta el 45,1%, a partir de este momento, la tasa de ocupados creció durante cinco ejercicios consecutivos, hasta el 66,5% actual. En términos absolutos, 996.800 profesionales menores de 25 años se encuentran trabajando, un 7% más que la cifra registrada hace un año (931.700), según un informe de la emprea Randstad sobre el análisis de la situación laboral de los menores de 25 años.
El análisis revela la relación directa entre la formación del profesional y sus oportunidades en el mercado laboral. En este sentido, a mayor nivel educativo alcanzado, mayor es la tasa de ocupación entre los trabajadores más jóvenes.
El porcentaje de los profesionales que cuentan con formación superior es del 75,2%, la segunda tasa más elevada desde 2009, con 279.300 empleados. Con respecto a 2017, esta tasa se ha visto reducida un ligero 1,5% tras cuatro años consecutivos de crecimiento.
Tras los menores de 25 años con formación superior, los profesionales que cuentan con estudios secundarios tienen la segunda tasa de ocupación más elevada. En concreto, el 65,2% de los empleados de este colectivo se encuentran actualmente trabajando, lo que supone un total de 683.900 profesionales, un 12,2% más que hace un año. En el lado opuesto, se sitúan los menores de 25 años con formación primaria. En este caso, la tasa de ocupación es del 42,6%. Es decir, menos de la mitad de activos de este colectivo se encuentra trabajando. En concreto, 33.600 jóvenes con estudios primarios tienen un trabajo, un
a cifra que se vio reducida un 17,2% con respecto a 2017.
Por comunidades, Baleares registra la mayor tasa de ocupación de menores de 25 años, ya que el 77,3% de los jóvenes insulares se encuentra ocupado. Le siguen, con tasas superiores al 70%, Euskadi (77%), Navarra (76,6%), Castilla y León (74,5%, del 67,9% en el año 2017), Asturias (72,4%), Cataluña (72,3%), La Rioja (71,3%), Aragón (71,2%) y Galicia (70,2%). Por encima de la media nacional (66,5%) se encuentran Madrid (69,6%), Valencia (66,9%) y Murcia (66,7%).
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En términos absolutos, Cataluña (222.400), Andalucía (153.800) y Madrid (149.900) son las que registran el mayor número de trabajadores menores de 25 años. En concreto, entre las tres suman más de 526.000 trabajadores de este colectivo, es decir, el 52,8% de los empleados menores de 25 años pertenecen a una de estas tres comunidades. Tras
ellas, Valencia (100.600), Canarias (47.100), Castilla y León (43.000, hace diez años eran casi el doble, 80.800), Euskadi (41.800) y Castilla-La Mancha (40.400) son las regiones que más empleados de este colectivo registran.
Por lo que se refiere al sector, servicios es el que ocupa a más profesionales menores de 25 años. En concreto, más de 800.000 trabajadores de esta franja de edad pertenecen a este sector. Este dato supone que el 80,3% de los ocupados menores de 25 años desarrolla su actividad en el sector servicios. En segundo lugar se sitúa industria, sector en el que trabajan 114.800 ocupados menores de 25 años (11,5%). Le siguen los sectores de agricultura, con 41.500 trabajadores, y construcción, 40.100, que representan el 5,2% y el 4%, respectivamente.