El encierro a caballo del año 2009 dejó una quincena de heridos, 6 de ellos por asta de toro (uno de extrema gravedad)
Este viernes 22 de febrero se están cumpliendo exactamente 10 años de la jornada más trágica que ha vivido el Carnaval del Toro en sus últimos lustros, con un dramático encierro a caballo que dejó hasta 6 heridos por asta de toro, uno de ellos de extrema gravedad que estuvo a punto de morir en la enfermería situada en los bajos de la Casa Consistorial.
Aquel encierro a caballo estuvo protagonizado por 7 astados (todavía no se había producido la reducción numérica) de la ganadería de Jacinto Ortega, que se pusieron en marcha en la Finca Casasola. El tramo de campo del encierro discurrió sin problemas, salvo por la tremenda masificación que había. En la entrada a la calleja de Valhondo ya hubo momentos de riesgo, pero se consiguió acometer, llegando los problemas en pleno tramo urbano del encierro, donde los toros se fueron dando la vuelta, llegando a causar serios daños también a alguno de los equinos.
En esa zona, especialmente en el tramo de Conde de Foxá comprendido entre la calle Cardenal Tavera y la calle Escuelas (que todavía no tenía agujas como sí ocurre en la actualidad), se produjeron varias cornadas, que derivaron en varias operaciones simultáneas en la enfermería de la Plaza de Toros, evidentemente único centro receptor de todos los heridos.
La cogida más grave fue la que sufrió Manuel Loza, un hombre natural de La Rioja a quién fue necesario incluso impartirle la extremaunción debido a la situación crítica en la que estaba producto de la extrema gravedad de las cornadas sufridas a la altura del comedor del Colegio San Francisco, donde un astado le zarandeó violentamente. Tras una larguísima operación de varias horas de duración, se le consiguió estabilizar, siendo enviado en todo caso en un delicado estado al Hospital de Salamanca, donde salió adelante.
De igual modo, también fue reseñable la cogida que sufrió un mirobrigense de 51 años, que recibió una cornada en el muslo con tres trayectorias de entre 10 y 15 centímetros cada una. La sucesión de cornadas en tan poco espacio de tiempo provocó algo insólito: la suspensión de la capea matinal debido a la ausencia de vehículos sanitarios que trasladasen a nuevos heridos de gravedad en caso de haberse producido.
Como la definió años después el cirujano jefe de la enfermería de la plaza de toros, Enrique Crespo, aquel Domingo de Carnaval fue "la jornada más complicada" de toda su carrera hasta aquel momento. Además de por su dramatismo, aquel encierro a caballo de hace una década también es recordado por su duración: se prolongó durante 5 horas, no siendo encerrados los últimos astados hasta cerca de las 4 de la tarde en los Toriles de San Pelayo.
Como único aspecto 'positivo' de lo ocurrido aquel 2009 está que desde el año siguiente el Carnaval cuenta con un equipo de Cruz Roja de apoyo psicosocial a familiares y acompañantes, después de que el familiar de un herido se desmayase tras salir a comentarle Enrique Crespo el estado de su familiar.
Curiosamente, cinco años después, en 2014, el Carnaval volvió a contar para su encierro de campo con astados de Jacinto Ortega. En aquella ocasión, el evento no fue ni mucho menos tan trágico, pero sí tuvo una larguísima duración, 2h.45', tras quedarse varios astados rezagados de nuevo en el tramo urbano.
En este vídeo del usuario rodericense que todavía se puede encontrar hoy en día en el portal Youtube se recoge parte de aquel dramático encierro de 2009, apareciendo incluso una cogida y la evacuación del herido hacia una ambulancia.