Numerosos productos de consumo, especialmente electrodomésticos e informáticos, tienen fecha de caducidad programada. Los móviles son uno de los ejemplos más escandalosos.
¿Tienen la vida sexual y amorosa (deseo, atracción y enamoramiento) fecha de caducidad? ¿La temporalidad de estos afectos sexuales es inevitablemente corta? ¿Son las relaciones sexuales y amorosas un producto de usar y tirar? ¿Hay varios cubos de basura en nuestro interior para cada uno de esos productos? ¿Hay alguna manera de reciclarlos?
Numerosos profesionales, sexólogos, psicólogos y sanitarios responden afirmativamente a las dos primeras preguntas; sé que estoy en minoría. Estos afectos, vienen a decir, duran lo que dura la bioquímica en la que se sustentan. Así piensan también muchas personas, adolescentes, jóvenes y adultas seducidas por los nuevos mitos sobre la sexualidad.
Yo creo que la caducidad programada de ciertos productos es una estafa comercial y la caducidad programada del deseo, la atracción y el enamoramiento es un nuevo prejuicio o mito social al que se apuntan numerosos profesionales. Pero considero que están gravemente equivocados, porque el ser humano es muy complejo y no es solo bioquímica.
Como una columna no da para muchas reflexiones, pondré solo un ejemplo por si les hace pensar; lo haré en forma de preguntas:
No tenemos derecho a negar el sueño o la memoria de tantos enamorados con una profecía negativa sobre estos procesos afectivos y amorosos. La profecía negativa es en este caso, como la estafa comercial, un engaño que promueve el consumo de la sexualidad y las relaciones como un producto en mercado de la seducción. Lo que creemos que va a suceder es más probable que se haga realidad. Lo que pensamos que puede suceder, conviene que respete también los mejores sueños.
La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.
Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.
La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.
En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.