El poeta y fotógrafo, colaborador y columnista de este diario, fue presentado por el editor Carlos de Tomás, y estuvo arropado por numerosos seguidores
El pasado viernes el poeta y fotógrafo José Amador Martín presentó su último libro Ciudad Interior, obra editada por Editorial Amarante. José Amador Martín, columnista y colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA fue presentado por el editor y escritor Carlos de Tomás y estuvo arropado por numerosas personas, quienes con su asistencia pusieron calor a una fría tarde de invierno en el espacio literario de la Librería Gaztambide, de Madrid.
A modo de tertulia, en la que intervinieron los asistentes, en numerosos momentos fue desvelado el contenido del libro, así como las condiciones en las que los escritores desarrollan su trabajo de comunicación con los lectores. Los participantes, también en algún momento, acompañaron la lectura del autor con la lectura de poemas.
El libro Ciudad Interior supone un inventario de poemas de José Amador, escritos a lo largo de muchos años en los que revistas literarias, premios y lecturas poéticas habían mostrado su obra que hoy se ve reflejada con esta publicación. La obra contiene diversas fotografías de su trabajo que como fotógrafo desde hace años desarrolla.
Nos quedamos con estas palabras de la introducción de Alfredo Pérez Alencart, también columnista de Salamancartv Al Día e introductor del libro:
"Todo cuanto atañe al hombre se reconcentra en el Amor. Más en Poesía, cántico mayor que conmueve desde el orden superior de los sentimientos ordenados a través de un decantado lenguaje que se amarra al corazón de muchos. El Amor es Luz, pero también sombra, nube oscura cuando pierde la temperatura precisa para ser llama que no quema. El Amor proporciona átomos de felicidad para sobrellevar la existencia cotidiana: Amor a la mujer amada; Amor a la Ciudad amada; Amor al Amado galileo; Amor aunque broten desasosiegos por doquier y acampe la tristeza".
José Amador Martín es conocido ?y reconocido? como fotógrafo de todos los perfiles visibles de su amada Salamanca. Pero también por sus retratos más íntimos, esquinas o cornisas escasamente captadas. En su poesía no podía faltar la pasión y entrega a su ciudad entrañada desde la alborada al crepúsculo y a la noche cerrada, literalmente, y en todas las estaciones, haga frío o calor, llueva o el viento deje constancia en su rostro: