A pesar de la lluvia, los vecinos acompañaron fieles al Santo hasta la ermita de San Lorenzo
Alfredo Hernández Girón y Francisco Hernández Piñel fueron en esta ocasión los encargados de revivir como mayordomos la fiesta de San Antón en Saucelle, celebración muy arraigada en esta localidad ribereña y cuya liturgia comenzó este sábado con la misa en honor al patrón de los animales.
Tras la homilía, y a pesar de la lluvia, San Antón salía de la iglesia acompañado de los vecinos y el abanderado, enlomado sobre una caballería, en procesión camino hacia la ermita de San Lorenzo donde el sacerdote, Miguel Ángel García Miguel, procedió a la bendición de los animales, al que acudieron varios perros, mascota por excelencia en esta localidad, acompañando a sus dueños.
Concluidos los actos religiosos, los vecinos se trasladaron hasta un edificio municipal para participar en un convite en el que no faltaría el hornazo, tortilla y pasteles, todo ello regado con un buen vino, acto que pondría fin a estas celebraciones.