La colocación de cristaleras en la zona de acceso a las dársenas, el cierre de la entrada de autobuses por la calle La Alberca o los cambios ya visibles en el interior de la estación
La estación de autobuses de Salamanca sigue de obras, aunque los trabajos acometidos hasta ahora ya comienzan a dejar entrever la que será su nueva imagen, como el cierre de la entrada de autobuses por la calle La Alberca o la colocación de las cristaleras para separar la zona de espera de los viajeros con las dársenas de los autobuses. Cambios que también comienzan a ser visibles en el interior de la estación.
La reforma integral de la estación de autobuses, una inversión más que necesaria para modernizar una infraestructura construida hace más de 40 años, se inició a principios del pasado año y se espera que esté concluida para verano de este año. A lo largo de los últimos meses los viajeros han tenido que convivir con las lógicas molestias de las obras, y aunque todavía resta para su conclusión, ya se empiezan a ver cambios sustanciales en la infraestructura.
Con un presupuesto de 4,9 millones de euros, con aportación de la Junta de Castilla y León y del Ayuntamiento de Salamanca, las obras incluyen la redistribución de los espacios, actuaciones en las dársenas y en las instalaciones interiores para facilitar la gestión integral de la propia estación, el control, la seguridad y los servicios de soporte tecnológico. La reforma también incluirá una nueva configuración del aparcamiento de autobuses y de vehículos privados.