Sus Majestades saludaron uno a uno a los niños y les obsequiaron con un paquete de golosinas
Sus majestades los Reyes Magos llegaron al anochecer a Lumbrales en tres carrozas acompañados de pajes, pastores y pastorcitas. Los niños, madres, padres, abuelas y abuelos esperaban ilusionados la llegada de la Cabalgata, abierta y cerrada por vehículos del parque de bomberos, que recorrió la carretera de la Estación, la calle San Vicente de Paul, el Torrejón y la plaza de la Barrera para llegar a la Plaza de la villa.
Allí, sus Majestades se acercaron al Belen viviente, para ofrecer oro, incienso y mirra al niño Jesús (en esta ocasión era una niña, Lidia, un bebé de apenas 2 meses).
A continuación, los Reyes ocuparon los tronos dispuestos en un escenario. Allí recibieron la bienvenida en nombre de todos los Lumbrales, de la niña Claudia Rodríguez, que agradeció la visita un año más de los Reyes a los niños de Lumbrales. Claudia no se olvidó de pedir paciencia para los padres y salud para los abuelos, además de regalos para todos los niños, incluidos los bebés nacidos en el año 2018.
El rey Gaspar fue el encargado de saludar a todos los niños y manifestó su satisfacción y la de sus compañeros por encontrarse un año más en Lumbrales.
Los niños tuvieron después la oportunidad de saludar uno a uno a los Reyes, que les entregaron un paquete de golosinas. Un pequeño obsequio que supone un anticipo a los regalos que los pequeños han pedido en sus cartas ysus majestades esta noche dejarán en sus casas.