La escenificación abandona los soportales del barrio para desarrollarse en un solar anexo
La Asociación de Vecinos del Barrio Nuevo de Ciudad Rodrigo ?que recientemente ha estrenado Junta Directiva- llevó a cabo en la tarde del domingo su tradicional escenificación del belén viviente, que este año ha sufrido una espectacular revolución producto, en palabras de una de las participantes en el mismo, de la gran "unión" que se ha ido generando en los últimos tiempos.
La más significativa es que el belén ha abandonado su habitual emplazamiento en los soportales de la urbanización principal del Barrio para reubicarse en un solar anexo, situado enfrente de la actual sede de la Asociación de Vecinos de El Puente y Huertas de la Artesa, en cuyo jardín tienen precisamente adornado un árbol con motivos navideños.
Esta nueva ubicación es menos 'recogida' que la anterior, pero en la tarde del domingo hacía como en los últimos días una muy buena meteorología, por lo que el numeroso público allí congregado pudo seguir con total comodidad la representación, que estuvo animada musicalmente por el joven tamborilero Juan Antonio Muñoz.
Otra novedad de este año es la extensión de la escenificación, favorecida por la nueva ubicación. En este sentido, el belén viviente se desplegó por todo el solar, quedando pocos huecos libres, ya que se aprovechó cualquier rincón para colocar aunque fuera elementos decorativos, llegándose a situar incluso en un edificio contiguo una pancarta con la leyenda "El Barrio Nuevo les desea Feliz Navidad".
El centro de atención principal del belén viviente fue el portal, con San José, la Virgen María y el Niño Jesús, y un ángel coronándolo. En sus inmediaciones estuvieron durante buena parte de la tarde los Reyes Magos con sus pajes, quienes llegaron en un vehículo motorizado (y adornado con una estrella) para adorar al Niño.
Como se puede ver en las imágenes, en la escenificación se recrearon varios oficios, como el de castañero, repartiéndose unas cuantas tanto entre los participantes en el belén como entre el público, que también pudo degustar patatas meneás, tocino o caldo, que fueron preparados en la zona de la escenificación. Hablando de productos alimenticios, se contó de igual modo con una panadería, donde los que más 'trabajaron' fueron los niños del belén amasando pan.
En total, en la recreación tomaron parte 65 personas disfrazadas, de variadas edades, que le pusieron mucha ilusión y ganas, así como mucho trabajo para tenerlo todo listo. Junto a las personas de carne y hueso, el belén contó con un rebaño de ovejas, y un burro, en las inmediaciones del portal. Como otros elementos destacados, por el solar se desplegaron varios carros, un huerto, el habitual pozo o la posada.