La polémica por el traslado del tradicional mercado de los jueves hasta la plaza Nueva, la travesía Severo Ochoa y la calle Ramón y Cajal sigue viva, especialmente entre los vendedores de ropa y calzado.
Una situación, mantenida desde su llegada a la nueva ubicación, motivada por las obras en la plaza de la Constitución, que ha sido reiterada semana tras semana, pero que ahora parece haber encontrado un punto de "posible" punto de acuerdo entre el Ayuntamiento y los comerciantes para acabar con ella.
La alcaldesa de la ciudad, Carmen Ávila, y el concejal de mercado, Fran Díaz, han mantenido un encuentro con diferentes representantes del colectivo, en el que se pusieron de manifiesto las diferentes quejas suscitadas desde el traslado, tratando de llegar a un entendimiento o acercar posturas en relación a este asunto.
Díaz y Ávila se mostraron dispuestos a estudiar cambios en la disposición y colocación del mercado, trasladando los puestos ubicados en la travesía Severo Ochoa, la más afectada por el frio, al interior de la plaza Nueva, algo que podría plantearse en serio si existe
un acuerdo unánime de todos los vendedores, incluidos los que ahora ocupan el interior del ágora, y dicha decisión queda
plasmada en un documento firmado
por la totalidad de los comerciantes algo que, a priori, parece difícil.
Este planteamiento, el más destacado recogido en la reunión, ha comenzado a tomar posible forma ya que el consistorio ha solicitado a la Policía Local que mida los espacios, tanto de los soportales como de la isla central de la plaza, para plantear un posible nuevo plano de situación del mercadillo por si el acuerdo finalmente llega a materializarse, pueda ejecutarse de manera inmediata.
Fuentes municipales han destacado que la reunión se desarrollaba con total normalidad y un ambiente cordial, poniendo de manifiesto la voluntad de ambas partes de, al menos en este punto, poder llegar a un entendimiento.
LOS ESTABLECIMIENTOS TAMBIEN RECLAMAN CAMBIOS
Además de los vendedores ambulantes, los establecimientos situados en el interior de la plaza Nueva han querido mostrar su malestar por la actual organización que presenta el mercado. A través de redes sociales, algunos de los hosteleros han querido dejar patente su malestar, considerando en algunos casos que el ágora se ha convertido cada jueves en un "aparcamiento de camiones" y pidiendo una solución a la situación que se lleva repitiendo desde hace un mes.