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Pentadrama, una asociación cultural de encuentros y palabras
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antología poética

Pentadrama, una asociación cultural de encuentros y palabras

Actualizado 13/12/2018
Radio Guijuelo

La presentación de un libro, cierra magistralmente el ciclo de conferencias organizadas por esta asociación cultural

La Sala de la Palabra, azul, íntima y cálida es el espacio perfecto para el encuentro, para la poesía, la palabra tendida entre aquellos que la escriben, la escuchan, la leen, la disfrutan y la transmiten. Porque transmitir la palabra, el encuentro, las afinidades afectivas es lo que durante siete años han conseguido los socios de la A.C. Pentadrama de la mano sobre todo de Montserrat Villar y de Nacho Serrano. Por eso este acto de presentación de su libro recopilatorio de los Encuentros y Palabras de los años 2017 y 2018 tiene un regusto a despedida aunque sea momentánea. Un reconocimiento dulce con aroma a espera.

Al abrigo de la Fundación Ciudad de Saberes, Pentadrama ha organizado, incansable, más de ochenta encuentros poéticos con autores salmantinos y autores llegados de todas partes que, miércoles a miércoles, nos descubrían sus palabras teñidas del azul de ese cielo de Salamanca en el que destaca la melena, blanca e indomable, de la poeta y profesora Montserrat Villar. Sus desvelos, su trabajo, su entrega rotunda y plena a la poesía de los otros han hecho que la organización pueda decir muy orgullosa que es piedra de toque de la poesía salmantina. Porque no se trata solo de aunar personas, como a autores que desean compartir su obra, como afirmaba su acta fundacional, se trata también de organizar, mostrar y disfrutar la escritura, la música, la pintura y la fotografía de quienes, como bien afirma Villar, han entregado su tiempo y su talento al público salmantino.

Encuentros poéticos, encuentros artísticos que han forjado un grupo de autores y amigos que no solo son Pentadrama, sino todos los que alrededor disfrutamos de sus actividades y de su amistad. Porque ambas cosas van unidas, incluso en la falta de tiempo y de compromiso que la vida hace que tengamos demasiado a menudo. El legado de Pentadrama va más allá de todo eso y nos ha enseñado la virtud de la constancia y del talento no solo a la hora de escribir, sino de organizar, y ahí el trabajo, el apoyo, la presencia constante de Nacho Serrano nos recuerda que todo es posible, que la generosidad no hace cuentas, sino versos, versos que riman la amistad y disculpan la prisa.

Este hermoso libro es buena prueba de ello. Tras las palabras previas de Montserrat Villar, que nos recuerdan que escribir es un acto de resistencia, un acto de soledad y compromiso, los autores reúnen una antología tan diversa y plural como sus voces, ilustradas con las fotografías de quien también ha participado en los encuentros y siempre ha sido una figura muy cercana al proyecto, la fotógrafa salmantina Carmen Borrego, cuyas imágenes, poéticas y su sugerencia, charras hasta la raíz en ocasiones y siempre capaces de decir más allá de lo que vemos, ponen el contrapunto visual a las palabras de los poetas. Un libro que termina con los versos de Fernando de Castro, Gabriel Cruz Calvo, Sofía Montero García y Montserrat Villar. Poetas, amigos, activistas, presencias constantes ?y coloristas en el delicioso caso de Sofía Montero que siempre tiene una sonrisa inmensa y esa pincelada de optimismo y alegría que caracteriza su persona, tan pequeña, tan grande- a lo largo de los encuentros, de las charlas, de ese momento robado a los trabajos y los días que disfruta de la palabra, de la voz ?grandes voces las de Tábera y las de Terrones- y de los ecos. Ecos de autores diferentes que, unidos y traídos por la paciencia y el trabajo constante de la gente de Pentadrama, nos ha hecho mejores y diversos sin olvidar lo nuestro, nos ha dado oportunidad de mirar más allá sin dejar de oírnos. Nos han hecho partícipes de su espíritu solidario y siempre activo en la pelea del compromiso.

Pentadrama hace hoy un paréntesis. Hay que tener valor para saber cuándo no se puede mantener el empeño y es preciso retirarse con gracia, con generosidad, con grandeza. Porque el trabajo de Nacho, Montse, la gente de Pentadrama, tan agradecidos siempre a la institución que les abre las puertas de su casa, la Sala de la Palabra, es un trabajo de grandeza, de generosidad, de entrega. Un trabajo rimado que ha recorrido los años, las páginas y los abrazos sabiendo conjurar lo malo y compartir solo lo bueno.

Cabe desear que regresen pronto a seguir despertando nuestro deseo de seguir leyendo. Cabe aplaudir una propuesta generosa donde nadie es protagonista, cabe rubricar el reconocimiento dándole importancia a este libro bello. Este libro que abraza no solo a los autores, sino a todos los que, en un momento u otro, hemos acudido a un acto de Pentadrama. Convocados por la cultura, sí, pero sobre todo por el empeño, a veces feroz, de quien sabe muy bien lo mucho que les debemos. Para ellos, todo nuestro reconocimiento.

Charo Alonso / Fotografías de Carmen Borrego

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