El equipo de Roberto Aguirre llega duodécimo al partido de máxima rivalidad y con cierta distancia respecto a los puestos de descenso tras el primer tercio liguero
Probablemente, si a cualquier aficionado o seguidor de Unionistas le dicen que en qué momento les gustaría que llegase el derbi ante el Salamanca CF UDS del próximo domingo, a las 12 horas en Las Pistas, sería este sin lugar a dudas. Tras tres ascensos y un play off de ascenso a Segunda B en cuatro temporadas, el equipo debutaba este año en Segunda División B. El objetivo, a pesar del consecuente aumento de presupuesto, no es otro que la permanencia. Para ello, el club cambiaba antes de iniciar la pretemporada una de las que había sido las señas de su identidad en temporadas anteriores, el técnico, Jorge González Rojo, Astu. Sin duda, una apuesta fuerte que hizo que llegara Roberto Aguirre, un entrenador con experiencia en la categoría y conocido en Salamanca, sobre todo, por su trayectoria en el equipo vecino, Zamora.
Tras un comienzo de temporada irregular, el técnico ha sabido dotar al equipo de una solidez fuera de toda duda, sobre todo en la parte de atrás, donde es el cuarto equipo menos goleado con sólo 10 tantos en 13 encuentro, encajando menos de un gol. Este ensamblaje defensivo le permite sacar el máximo provecho de sus goles, pues sólo ha sido capaz de anotar ocho tantos. Sin embargo, le han servido para sumar 17 puntos que le llevan a una cómoda posición en la tabla (duodécimos) habiendo tumbado a algunos de los gigantes del grupo como la Ponferradina (que sólo ha perdido ante los charros), el Pontevedra o el propio Burgos, si bien los castellanos están en horas bajas.
El equipo de Aguirre llega al derbi tras dos victorias seguidas, punta de lanza de siete encuentros sin perder en los que acumula cuatro empates y tres triunfos.
Sus números