Declara su voluntad de que ningún delito de abusos cometido por sus sacerdotes quede oculto
El Obispado de Salamanca ha emitido un comunicado en el que declara su "voluntad de que ningún delito de abusos cometido por sus sacerdotes quede oculto". Para ello "invita a todas las personas que hayan sido víctimas de estos delitos, e incluso les ruega, que confíen en la justicia canónica y hagan llegar su denuncia al tribunal eclesiástico, o al propio Obispo, en la forma que estimen más oportuna y fácil para ellas".
En cuanto a los testimonios publicados recientemente por El País, de personas "que han sufrido durante su adolescencia, hace bastantes años, graves abusos sexuales de parte de un sacerdote de la Diócesis de Salamanca", el Obispado pide que, "de forma particular, presenten a juicio sus casos, teniendo en cuanta que, a diferencia de la actual normativa penal del Estado español, estos delitos no tienen plazo firme de prescripción en el derecho actual de la Iglesia".
Comunicado del Obispado de Salamanca
La Iglesia Católica ha venido manifestando en los últimos años, tanto en la enseñanza como en sus normas y modos de proceder, la más firme condena de cualquier abuso sexual cometido por sacerdotes contra menores de edad. Y ha asumido el firme propósito de poner en marcha cuantas medidas de carácter educativo, disciplinar, informativo y de colaboración con los tribunales del Estado que sean necesarias para que esta gravísima lacra moral desaparezca cuanto antes. Se trata de comportamientos absolutamente reprobables y degradantes, que adquieren la mayor gravedad cuando son realizados por sacerdotes, llamados a ser testigos de santidad y agentes de la santificación de los fieles encomendados a su cuidado personal.
En consecuencia, la Iglesia tiene el firme propósito de facilitar a las posibles víctimas de abusos, en sus propios tribunales, todos los medios procesales oportunos para hacerles justicia de forma gratuita, lo más rápida posible, y con garantías de respeto de la privacidad e intimidad personal de quienes prefieren que su identidad permanezca oculta.
La Diócesis de Salamanca asume estos mismos propósitos y declara su voluntad de que ningún delito de abusos cometido por sus sacerdotes quede oculto. Para ello invita a todas las personas que hayan sido víctimas de estos delitos, e incluso les ruega, que confíen en la justicia canónica y hagan llegar su denuncia al tribunal eclesiástico, o al propio Obispo, en la forma que estimen más oportuna y fácil para ellas.
En los días pasados, algunas personas han manifestado de forma anónima, a través de un medio de comunicación, que han sufrido durante su adolescencia, hace bastantes años, graves abusos sexuales de parte de un sacerdote de la Diócesis de Salamanca. A estas personas, de forma particular, les rogamos que presenten a juicio sus casos, teniendo en cuanta que, a diferencia de la actual normativa penal del Estado español, estos delitos no tienen plazo firme de prescripción en el derecho actual de la Iglesia.
La Iglesia universal y diocesana sufre como madre y pide perdón por el daño causado a sus hijos más indefensos y anhela ofrecerles justicia y reparación.