La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez, visita las instalaciones del Banco de Alimentos de atiende actualmente a unos 7.000 usuarios
La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez, ha visitado este lunes las instalaciones del Banco de Alimentos de Salamanca, acompañada por el presidente de esta organización, Godofredo García, con motivo de la puesta en marcha, por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través del Fondo Español de garantía Agraria (FEGA), de la segunda fase del Programa 2018 de ayuda alimentaria del Fondo de ayuda europea a las personas más desfavorecidas con el reparto de 34.177.777 kilos de alimentos, de los que se han asignado 1.447.393,36 kilos a Salamanca (por importe de 1,3 millones) y que beneficiarán a 52.610 personas. Salamanca recibirá 243.418,56 kilos, valorados en 216.583,21 euros, de los que se beneficiarán 8.273 personas.
Los alimentos se han recibido durante el mes de septiembre en los centros de almacenamiento y distribución del Banco de Alimentos y de Cruz Roja Salamanca y, a continuación, durante este mes de octubre y el de noviembre se inicia su entrega a las entidades de reparto, 80 en el caso de Salamanca, las cuales se harán llegar a los beneficiarios finales durante las semanas siguientes. El Banco de Alimentos, tal y como explicó su presidente, atiende actualmente a unos 7.000 usuarios, una cifra que en los últimos años se ha reducido notablemente, ya que en los años más duros de la crisis el Banco de Alimentos ha llegado a prestar su ayuda a 15.000 usuarios en Salamanca.
Los alimentos comprados por el Gobierno de España para su distribución entre los más necesitados son aceite de oliva, alubias cocidas, arroz blanco, cacao soluble, cereales infantiles, conserva de atún, fruta en conserva, galletas, judías verdes en conserva, leche de continuación en polvo, leche entera UHT, pasta alimenticia tipo macarrón, tarritos infantiles de fruta y de pollo y tomate frito en conserva. Esta cesta de productos de carácter básico permite que las personas más desfavorecidas puedan preparar fácilmente una comida completa para una persona o para una familia con varios miembros, incluidos bebés.