En Castilla y León se diagnostican 1.531 nuevos casos, según el Observatorio del Cáncer de la AECC, que además cifra en un 9% los diagnósticos en mujeres menores de 40 años
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en la mujer, constituyendo el 29% de todos los cánceres diagnosticados en la población femenina. En el año 2017, según datos del Observatorio del Cáncer de la AECC, se diagnosticaron 26.370 nuevos cánceres de mama en España, situándose en 111 el número de casos diagnosticados por cada cien mil mujeres. En torno al 9% de los nuevos casos se diagnostica en mujeres de menos de 40 años.
Por provincias, y según los datos del Observatorio, en Salamanca se diagnosticaron 216 nuevos casos de cáncer de mama durante 2017 (cifra similar a la registrada en años anteriores), siendo la cuarta provincia de Castilla y León en nuevos diagnósticos, por detrás de Valladolid (320), León (309) y Burgos (217). En el lado contrario, Soria, con 54 nuevos casos, o Segovia, con 91. Ávila registró 99 nuevos casos, Palencia 104 y Zamora 120.
El diagnóstico precoz, la mejor herramienta contra esta enfermedad |
Por comunidades autónomas, en Castilla y León se diagnosticaron 1.531 nuevos casos de cáncer de mama, cifra que prácticamente se ha mantenido estable en los últimos años (1.528 nuevos casos en 2016 y 1.526 en 2015). La comunidad que durante 2017 registró un mayor número de nuevos casos fue Andalucía, con 4.495, seguida de Cataluña (4.207), Madrid (3.669), Comunidad Valenciana (2.776) y Galicia (1.738).
Detección precoz
En España, una de cada ocho mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida, estimándose que en Europa, según señalan desde la AECC, la probabilidad de desarrollar un cáncer de mama antes de los 75 años es del 8%. El envejecimiento de la población y el diagnóstico cada vez más temprano también influyen en el aumento de nuevos casos.
Los programas de prevención y detección precoz del cáncer de mama, así como los avances obtenidos en la investigación de nuevos tratamientos, han permitido aumentar la supervivencia, que en España se sitúa por encima del 80% a los 5 años del diagnóstico.
Sin duda, el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para luchar contra esta enfermedad. A través de los programas de cribado con mamografías se pueden diagnosticar los tumores de mama en estadios iniciales en los que hay muchísimas posibilidades de curación. Generalmente se recomienda realizar mamografías periódicas entre los 50 y los 69 años, tal y como señalan desde la AECC.
La investigación, indudablemente, desempeña un papel clave, no solo en el cáncer de mama. A medida que se conocen mejor los factores pronósticos de la enfermedad, es posible identificar el riesgo de cada caso de cáncer de mama, lo que permite seleccionar el tratamiento más adecuado para cada uno.
Factores de riesgo del cáncer de mama
Cada mujer puede reducir su riesgo de forma individual con pequeños cambios en su estilo de vida. Actualmente se conoce que prevenir la obesidad, evitar el alcohol, una dieta adecuada y ejercicio habitual (al menos 4 horas a la semana) reduce no solo el riesgo de padecer un cáncer de mama sino también el riesgo de reaparición del tumor. Prolongar la lactancia materna en el caso de maternidad y evitar la terapia hormonal sustitutoria durante la menopausia también reduce el riesgo de desarrollar este tumor.
Aparte de la edad hay otros factores que se asocian con un riesgo más elevado: las mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia, o que no hayan tenido hijos o los hayan tenido tarde, o con menarquía precoz o menopausia tardía, parecen tener mayor riesgos. Hay que subrayar que tener mayor riesgo no implica la certeza de que se vaya a padecer la enfermedad, únicamente indica cierta predisposición. De hecho, muchas mujeres que han tenido un cáncer de mama no presentaban ningún factor de riesgo aparente o conocido.
Si existe una historia familiar de cáncer de mama es conveniente que se pida Consejo genético (estudio del patrón genético de un paciente), que permitirá determinar si se asocia con una mutación genética (BRAC1, BRAC2).