Era un tipo de vendedor ambulante que cada cierto tiempo se acercaba por los pueblos y barrios con cazuelas, pucheros, ollas, etc., aunque lo que más se vendía eran botijos
El cacharrero era otro tipo de vendedor ambulante que cada cierto tiempo se acercaba por los pueblos y barrios para vender su mercancía. Algunos lo llamaban botijero, pues aunque los cacharros eran variados: cazuelas, pucheros, ollas, etc., lo que más se vendía eran botijos, pues en cada casa se disponía de uno para beber agua.
Las piezas que vendían se usaban para la vida familiar cada día, unos servían para preparar la comida, y otros como las ollas, para almacenar alimentos entre grasa o aceite y de esta forma conservarlos mucho tiempo como ocurría con los procedentes de la matanza del cerdo.
Era un oficio necesario y útil, estaba lejos aún la utilización de de otros materiales, y tampoco había cocinas eléctricas. Para el uso en la lumbre, con fuego a base de leña, lo mejor era el barro, de ahí el gran uso que se hacía de pucheros, cazuelas y otros utensilios.
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