La empleada de hogar, que terminó confesando ser la autora del hurto, alegó tener problemas de adicción al juego
La denuncia de una mujer por la presunta sustracción de joyas del interior de una caja de seguridad alquilada, en una entidad financiera en Salamanca, se ha saldado con la detección de la empleada de hogar que trabajaba en su casa, y después de que las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional descartaran la posibilidad de que las joyas habían sido sustraídas de la caja de seguridad.
La propia empleada de hogar terminó confesando que las joyas las había cogido ella de casa y las había colocado en diversas casas de compraventa de Salamanca. En una de ellas se habían realizado 173 movimientos desde el año 2013 al 2014, de los cuales, se han podido recuperar 153 lotes. Por ello, 2.121 euros. Durante el periodo 2014-2015, vendió o empeñó 331 gramos de oro, por valor de 5.070 euros y desde el 2015 al 2018 vendió 616 gramos, percibiendo un total de 9.729 euros. El total asciende a 16.920 euros. El motivo, la presunta adicción al juego de la detenida, y que posteriormente fue puesta en libertad con cargos.