La Organización de Consumidores cree que la eliminación del Impuesto a la Generación solo beneficia a la industria
El mercado mayorista acumula desde marzo seis meses de continuas subidas. Además, según OCU, el mes de septiembre se podría cerrar con precio en torno a los 70 ?/MWh, lo que supondrá un nuevo incremento en la factura de la luz en otro 3,3%. Así, un hogar medio acumula durante 2018 una factura de 598 euros, 16 euros más que en el mismo periodo (enero- septiembre) del pasado año y 80 euros más que la factura de ese mismo periodo en 2016.
Estos incrementos afectan directamente a los hogares con la tarifa PVPC y a los beneficiarios del bono social, e indirectamente al resto de consumidores que tienen contrato con una comercializadora en el mercado libre, que ven cómo sus revisiones de tarifa también aumentan, pese a que mucho de ellos ya sufrían tarifas mucho más elevadas que la tarifa PVPC.
Ante esta situación, OCU valora positivamente el avance que supone que el Ministerio de Transición Ecológica identifique como un problema el sistema de fijación de precio del mercado mayorista y que plantee la necesidad de revisar el bono social ampliándolo también a la calefacción, sin embargo, la ausencia de detalles concretos sobre las medidas propuestas ayer genera serias dudas sobre su utilidad real para el consumidor.
En este sentido, OCU considera que la única medida concreta planteada, basada en la eliminación del Impuesto a la Generación, a corto plazo sólo traerá consigo que la industria se ahorre un importante coste, que era empleado para aliviar la importante factura de los peajes que también paga el consumidor final. OCU considera que la medida anunciada no provocará de forma automática una rebaja en el precio de la energía y según OCU, puede provocar, si no se cuenta con ingresos adicionales, que haya una subida de las tarifas de acceso en enero de 2019.
Ante la declaración de intenciones planteada por el Gobierno, OCU pide que se concreten las acciones y propone una combinación de medidas que permitan una factura más justa. Entre otras, retirar o limitar conceptos que incrementan artificialmente la factura, asignar una mejor distribución de los costes entre los diferentes tipos de consumidores, aplicar mecanismos para frenar el incremento artificial del precio de la energía en el mercado mayorista y destinar recursos para proteger a los hogares más desfavorecidos.
De manera concreta, OCU propone:
e valora positivamente que el Gobierno por fin comparta este análisis de la situación.