Las fotografías de Antonio Passaporte y Luis González de la Huebra nos acercan a estos espacios, junto al Puente Romano, donde se comerciaba con animales, mercancías y parte de la cosecha
El Barrio del Arrabal y el Teso de la Feria o Ribera del Río en la margen izquierda del Tormes junto al Puente Romano albergaron la feria de ganados durante muchos años.
Desde que el 27 de agosto de 1467 se concediera a Salamanca, por Privilegio del rey Enrique IV, la celebración de una feria Franca en Septiembre de cada año, se celebraron las ferias ganaderas históricamente a cielo abierto bien en el Teso de la Feria actividad a la que debe su nombre-, en los terrenos que hoy ocupa el Parador de Turismo, bien en la ribera del río o Arrabal del Puente. En cualquier caso, en precaria situación, sin instalaciones adecuadas ni condiciones mínimas dignas para su celebración y desarrollo.
No tener una mula o un buey que vender o no tener que comprar algún apero de labranza no era excusa en las Ferias de Salamanca para no visitar el mercado de ganados en el teso de la feria o el Arrabal del Puente; cada vez menos animado con el correr de los años.
Al terminar la jornada en la feria de ganado, tras el trato, el regreso a casa. Hombres y animales retornan a su hogar en una insólita armonía, es la hora del descanso o tal vez de la diversión en las casetas de baratijas o de feria, que hoy hemos sustituido por las casetas de feria de día, o en la verbena sustituida a su vez por los conciertos de algún grupo o artista de moda. ¡Todo ha cambiado en la forma, pero tal vez en el fondo no tanto!
En las fotografías, Teso de la Feria en el siglo XIX (Luis González de la Huebra), Feria de Ganado en el Arrbal del Puente (A. Passapote para la agencia Loty) y al terminar la feria (Antonio Passaporte).