La tradición de hacer a mano las cebillas de madera para atar al ganado
Jacinto Sánchez, al que encontramos afanado con la navaja y la madera, es uno de los ganaderos que regresa a Salamaq con la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Tudanca, raza autóctóna de Cantabria
De madera de fresno o avellano son las tradicionales cebillas para el ganado y que trabaja a con destreza y oficio Jacinto Sánchez, ganadero cántabro que un año más regresa a Salamaq con la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Tudanca, raza autóctona de Cantabria, y que en esta edición han traído 8 impresionantes ejemplares y un pequeño ternero.
Una feria que Jacinto, calzado con las típicas abarcas hechas de madera de nogal, aprovecha para seguir trabajando a navaja la madera de la que saldrán las cebillas, un curioso sistema que desde hace generaciones utilizan los ganaderos de tierras cántabras para atar al ganado. La cebilla se elabora con maderas blandas, como el fresno o el avellano, para poder darles la característica forma. Asegura Jacinto que "no hay prisa" a la hora de terminar la pieza en la que trabaja, no sin antes tallar la firma de quién las hizo, las iniciales con su nombre y el de su pueblo.
La raza Tudanca toma el nombre de su lugar de origen y expansión, el valle montañés de Tudanca en los montes cantábricos. De color oscuro y orejas pequeñas, con unos característicos cuernos que en las hembras dirigen hacia arriba.
FOTOS y VÍDEO: Lydia González