La calidad del cartel y las ganaderías se refleja en el excelente ritmo de venta de entradas a una semana del festejo
Después del éxito cosechado el año pasado con Paquirri y El Cordobés, y el rejoneador Sergio Domínguez, el tradicional festejo del 16 de agosto en Vitigudino apunta a superarlo a tenor del ritmo de la venta de entradas a una semana de la nueva corrida mixta.
Sin duda el cartel no puede ser más atractivo, Padilla y Castella en el toreo de a pie, y Lea Vicens en rejoneo, con toros de Orive y El Canario, garantizan el éxito de un festejo que, además, tiene otros alicientes.
El principal, la despedida de Padilla de los ruedos, ese gladiador de la arena que nunca dijo no a las corridas duras, y es que, en Vitigudino se encontrará con un público torista, exigente y que sabe lo que está viendo en la plaza, aunque Padilla nunca engaña, siempre va de frente, por derecho.
Castella es el toreo en su máxima expresión, estilista, técnico, es la perfección de lo perfecto, tanto que lo difícil lo hace fácil, templa y su muleta rompe el aire acariciada por los pitones, poesía al natural.
Y Lea Vicens ya ha pasado de ser la eterna promesa del rejoneo a colocarse en lo alto del escalafón y mirar de tú a tú a los grandes sobre un caballo. Su cuadra se lo permite a pesar de haber perdido recientemente a su 'Petit Pois', pero a la rejoneadora francesa sus ganas le pueden.
Así pues, el empresario Enrique Luján ha puesto en Vitigudino un cartel que ya quisieran muchas plazas de más categoría, que no de renombre, pues cualquier buen aficionado sabe que, desde hace unos años, en el centenario coso de Vitigudino, de donde salió una de las más grandes figuras del toreo, no entra cualquier cosa.
Con precios más que populares para la categoría del cartel, las entradas pueden adquirirse Vitigudino en Carnicería Fuentes, Café Centro y Bar El Retiro; en Salamanca, en la Cafetería Berysa (Plaza Mayor); y en Ledesma en Cafetería-Restaurante Las Ventas.