Una mujer mogarreña nos muestra uno de esos moños adornado de oro y que nos traslada a tiempos pretéritos de fiestas y eventos familiares
La Sierra nunca deja de sorprender. El cuidado con el que sus gentes guardan sus tradiciones parece formar parte de los genes serranos, pasando de generación en generación de forma intacta hasta nuestros días. El moño fue siempre uno de los elementos que marcaban el momento que vivían las mujeres, siendo parte inseparable de la cultura serrana, y en muchas ocasiones auténticas obras de arte. En esta ocasión, una mujer mogarreña nos muestra uno de esos moños adornado de oro y que nos traslada a tiempos pretéritos de fiestas y eventos familiares.
Foto: Andrés Barés Calama