Un año más, la Ermita del Santo Cristo del Humilladero se quedaba pequeña para albergar a la gran cantidad de vecinos y devotos que se daban cita sus puertas poco antes de las ocho de la tarde para participar en la celebración de la fiesta anual de su Cabildo, que se realiza cada año en el lunes más próximo al día de la Transfiguración del Señor.
Una celebración que comenzaba con una solemne misa en el Templo presidida por el párroco local Lauren Sevillano. Tras ella, la imagen del Cristo portada a hombros recorría los barrios de la prolongación de
Carlos I y Chamberí, ambos ligados emocional y geográficamente a la imagen de este venerado Cristo, al son del ritmo castellano interpretado por el Grupo dulzainero Alborada y las jotas que algunos devotos quisieron dedicar a esta venerada talla.
Una oración y el posterior ágape ponían el punto y final a esta festividad que un año más ha dejado los cargos de Mayordomía desiertos, al no recibirse nuevas solicitudes para ocuparlo, algo que ya comienza a genera´r cierta inquietud interna ante una situación que esperan pueda solventarse en poco tiempo.