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Visita Formentera: cinco puestas de sol que no puedes perderte
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Visita Formentera: cinco puestas de sol que no puedes perderte

Actualizado 03/08/2018

Las reducidas dimensiones de la isla (con apenas treinta kilómetros de largo) invitan a recorrer cómodamente su cartografía

La pequeña de las Pitiusas es una isla fácilmente abarcable que brilla por sus playas paradisíacas, su riqueza natural y su ambiente relajante y distendido. De esta manera, si hay un instante capaz de recoger toda la belleza de Formentera, ese es el atardecer: un momento que hipnotiza al viajero, una estampa difícilmente olvidable. Así, para aquellos lectores que planeen visitar la menor de las Baleares, recogemos cinco puestas de sol que no pueden perderse.

Las reducidas dimensiones de la isla (con apenas treinta kilómetros de largo) invitan a recorrer cómodamente su cartografía. Ahora bien, para hacerlo con libertad de movimientos y de horarios, la mejor idea es contar con un vehículo propio. En este sentido, una buena solución es el alquiler de motos en Formentera con Cooltra.

Un crepúsculo de tres tenedores

De este modo, si iniciamos nuestra ruta desde el puerto de La Savina, estaremos en un enclave perfecto para deleitarnos con nuestra primera puesta de sol insular, acompañada por el rumor del oleaje. Por si fuera poco, en La Savina descubrimos una amplia oferta gastronómica: desde cocina tradicional hasta platos más modernos. Ejemplo de ello es el restaurante Can Carlitos.

Varios acantilados y un faro

Una alternativa es arrancar nuestra moto y conducir unos ocho kilómetros hacia el suroeste, hasta llegar a Cala Saona: un espacio único, rodeado de acantilados y en el cual contemplar uno de los atardeceres formenteranos más famosos. Asimismo, si proseguimos nuestro descenso a lo largo de otros nueve kilómetros, alcanzaremos el emblemático faro de Cap de Barbaria, popularizado gracias al largometraje Lucía y el sexo (Julio Medem, 2001). En definitiva, la visión de la construcción recortada sobre el cielo oscurecido no dejará a nadie indiferente.

Al otro lado de la isla

Desde Cap de Barbaria, volvemos a subirnos a nuestra scooter para desviarnos hacia el este durante media hora. De este modo, nos adentraremos en la zona de La Mola, uno de los extremos de Formentera. Desde sus miradores es fácil atisbar buena parte de la isla, incluso el perfil de las costas ibicencas. Sin duda, una localización inmejorable para asistir al espectáculo del crepúsculo.

Desde un barco o un catamarán

Para terminar, regresaremos a La Savina y, desde allí, conduciremos unos diez minutos hacia el norte: concretamente, a las playas de Illetes y Es Trucadors. En ellas, el lector tendrá la posibilidad de alquilar un barco privado o bien apuntarse a una travesía en catamarán. Una ocasión única, no solo para ser testigos del atardecer desde el mar, sino también para practicar snorkel. Así, para finalizar nuestra aventura en Formentera, devolveremos nuestra moto al local Cooltra y tomaremos uno de los ferries que nos llevan de vuelta a Ibiza, con cierta sensación de paz y cinco imágenes de la puesta de sol en la memoria.

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