Cerca de 300 personas de toda España han recorrido Italia reclamando dignidad para los migrantes y una solución a Europa para acabar con los tratos discriminatorios y deshumanizados
La Caravana Abriendo Fronteras vuelve a España tras nueve días en Italia conociendo, visibilizando y denunciando la vulneración de los derechos humanos, especialmente respecto a las migraciones. Entre los integrantes de esta iniciativa, 11 personas salmantinas comprometidas a través de la Asamblea de Apoyo a Personas Migrantes.
Durante estos días, la Caravana (compuesta por casi 300 personas de todo el territorio español) junto con colectivos italianos, han reclamado a las administraciones medidas para paliar y resolver de forma coordinada dicha situación, además, han exigido entre otras cosas, políticas de acogida, la regularización de las personas que llegan a Europa, atención y acompañamiento, el cierre de los centros de internamiento, vías de tránsito libres y seguras o el fin de la colaboración en la industria militar y armamentística.
El primer encuentro se produjo en Ventimiglia, junto con el Progetto 20K, allí más de 6.000 personas de Italia, Francia y España manifestaron sus demandas. En Palermo, compartieron espacio con la Freedom Flotilla de Gaza, con colectivos del Foro Antirazzista de Palermo y con Arte Migrante. Durante los dos días de estancia en esta ciudad, la Caravana conoció de primera mano la experiencia de las personas que trabajan en los campos de Campo Bello en unas condiciones de explotación similares a las trabajadoras de Huelva o Lleida, o los proyectos de identificación de las personas fallecidas en el mar o de la Clínica Legal para los Derechos Humanos de la Universidad de Palermo (CLEDU).
En Catania tuvimos la oportunidad de escuchar a las personas detenidas y retenidas durante años en el Centro de Recepción de Solicitantes de Asilo (CARA) de Mineo, testimonios que marcan la frustración y la desesperación de la espera por una documentación que nunca llega. Se acercaron al Hotspot, uno de los puntos calientes donde llegan las barcas y las personas permanecen durante 72 horas.
La Caravana se unió a la campaña internacional 'Abrimos los puertos', para exigir que los barcos de salvamento que llegan a costas italianas puedan desembarcar y se deje de perseguir y criminalizar a organizaciones como Proactiva Open Arms o Frontline.
Un grupo de la Caravana visitó la base militar de Niscemi, constatando de primera mano la utilización de recursos económicos y naturales para fines militares, y el uso de suelo europeo para dirigir las guerras que causan esos desplazamientos forzados y nos hacen responsables de los mismos. La despedida de Catania finalizó con una manifestación multitudinaria por sus calles, deteniéndose en la base de la agencia europea de control de fronteras ? FRONTEX-.
Finalmente, la Caravana quiso conocer de primera mano Riace, un pueblo dónde el proyecto de acogida e integración es un ejemplo internacional de que las cosas se pueden hacer de otra manera, sólo es cuestión de disposición y voluntad política.
La Caravana se despidió el día 23 de julio en Barcelona, dónde fue recibida a ritmo de batucada. El viaje por Italia ha llegado a su fin, pero desde los diferentes colectivos y organizaciones seguirán reclamando estos derechos y denunciando las políticas criminales que España y la Unión Europea están aplicando, exigiendo además que las administraciones tejan una red de ciudades refugio con oportunidades reales para las personas migrantes y recordando a la sociedad civil que todas somos responsables y cómplices de dicha situación.
Desde la Asamblea de Apoyo a Personas Migrantes de Salamanca, "queríamos dar las gracias a todos los colectivos y asociaciones que forman y conforman la Caravana Abriendo Fronteras y a las organizaciones italianas por compartir y seguir en esta lucha con objetivos claros, además de disfrutar de perspectivas y formas de trabajo en un viaje común".
Por último, agradecen "a Salamancartv al Día por servir de altavoz a la Asamblea y a la Caravana en este viaje, pero lo que es más importante, por dar voz a las personas migrantes y refugiadas.
Seguiremos gritando alto y claro: ¡Ninguna persona es ilegal!".