“Era muy complicado y me siento muy orgulloso de ser elegido por un comité presidido por...

El salmantino Carlos Dionisio Pérez-Blanco, licenciado en Economía por la Universidad de Salamanca, es uno de los investigadores que ya forma parte del programa de atracción del talento, iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) en el departamento de Economía Teórica. Máster en Análisis Económico Aplicado en la Universidad de Alcalá-Complutense, vuelve a Salamanca tras realizar sus trabajos de investigación durante 12 años en distintas universidades europeas. El proyecto que desarrolla en Salamanca trata sobre la utilización de modelos económicos emergentes aplicados a la provisión de agua y a la producción de alimentos. Su objetivo trata de encontrar una mejora de la eficiencia en la irrigación de cultivos para asegurar una producción sostenible de alimentos.

¿Por qué decidió presentar su proyecto de investigación a este programa?

Llevaba 12 años fuera de Salamanca y el objetivo era acercarme a Salamanca, regresar a España por cuestiones personales y familiares.

¿Cómo se siente al ser seleccionado entre más de 120 trabajos por un comité que dirige Mariano Barbacid?

La primera reacción fue de tremenda alegría, me siento un privilegiado porque con la situación que tiene la ciencia ahora mismo en España es muy complicado conseguir proyectos competitivos a este nivel. Para este proyecto se presentaron unas 130 personas, con una tasa de éxito 4%, muy baja comparada con otras convocatorias europeas que suelen estar en torno al 10-15%. Era muy complicado y me siento muy orgulloso de ser elegido por un comité presidido por Barbacid y con otras personas muy relevantes de la comunidad científica.

Regresa a Salamanca después de 12 años trabajando fuera.

Acabé la tesis en el año 2014, justo en el momento en el que la crisis era más fuerte, esos años para la ciencia fueron los peores con un presupuesto muy bajo. Siempre es necesario que los científicos se formen fuera, puede ser uno o dos años o más, pero es importante conocer otras disciplinas y grupos de investigación en otros entornos, pero evidentemente, al final, siempre hay ganas de volver aunque pensaba que sería más tarde.

¿Qué objetivos busca con su proyecto de investigación?

Nos centramos en la gestión del agua del futuro. La del pasado ha sido llevada a cabo sobre todo a través de políticas de oferta, es decir, políticas de ingeniería con la construcción de embalses, canales, trasvases? el problema al que nos enfrentamos es que si bien son, han sido y serán muy útiles, el agua es limitada y cada vez más, a consecuencia del cambio climático en nuestro entorno. En este contexto, se trata de mirar la gestión de la demanda. Ya no se puede suministrar agua a todos a voluntad, hay que empezar a controlar los usos, establecer cuáles son los prioritarios en el caso de una sequía o a qué sectores estratégicos hay que darle preferencia en determinados momentos en un contexto de escasez.

Lo que trato de hacer es poner en práctica a través de una serie de modelización económica-hidrológica una serie de modelos en los que tratamos de ver, comparando diferentes modelos que ya existen, el rango de posibles resultados al aplicar una política concreta. Si se aplica una política de precios, un modelo me puede decir que el resultado es 1, otro 3, otro -5 y otro 10. El objetivo es lograr un rango que nos ofrezca una idea del resultado esperado y también nos permita gestionar la incertidumbre, es decir, ser resilientes, favoreciendo las políticas que nos dicen que el resultado va a ser positivo y tendrá poca variabilidad y pocas sorpresas.

¿Peligrarán los cultivos de regadío?

El regadío en España y en el mundo es la actividad más productiva de largo, comparada con el secano. El salto en renta que se produce de una hectárea de regadío a una de secano puede ser de 15.000 euros por hectárea a 200 euros. Lo que hay que ver es dónde se utiliza esa agua y dar prioridad a cultivos que son más productivos, pero siempre teniendo en cuenta la equidad y los derechos históricos. Tratamos de estudiar instrumentos económicos y ahí tiene mucho que ver la voluntariedad, pero hay que tender a favorecer la productividad y tratar de hacer cultivos más resilientes, con una economía más fuerte y sostenible.

¿Está la sociedad mentalizada con el cambio climático?

El cambio climático es la primera amenaza a nivel global, lo dicen los mayores expertos de riesgos, y no solo climáticos. Cada vez hay más gente en el planeta, más consumo y un problema de escasez en muchas zonas. Creo que en general sí está mentalizada, se lo toma cada vez más en serio, aunque a lo mejor es un problema mucho más importante de lo que pensamos. La sociedad está empezando a despertar ante estos problemas. Y prueba de ello es que uno de los proyectos elegidos está relacionado con la gestión del agua y el cambio climático.

¿Qué medios utilizas para las investigaciones?

Fundamentalmente trabajamos con computadoras y se incorporarán dos investigadores predoctorales, que se incorporarán al proyecto.

¿Qué le parece la iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca?

Es un primer paso para recuperar talento, para que regrese a España y a Salamanca. Es una iniciativa muy digna para ser imitada por otros ayuntamientos de mayor poder adquisitivo.

¿Tres años es un tiempo adecuado para desarrollar la investigación?

El proyecto está diseñado en tres años, obviamente mi línea de investigación es a largo plazo, porque estamos empezando a descubrir ahora el cambio climático, pero es tiempo suficiente, aunque mi idea es darle continuidad.