Integrantes de la Asamblea de Apoyo a Personas Migrantes de Salamanca acompañan estos días a la Caravana Abriendo Fronteras en reivindicación de unas políticas europeas de acogida dignas
La Asamblea de Apoyo a Personas Migrantes de Salamanca participa dentro de la Caravana Abriendo Fronteras, una red estatal formada hace tres años y conformada y apoyada por más de 120 asociaciones y colectivos de toda España.
Dentro de las acciones que se plantean desde la misma, la Caravana ha realizado varios viajes de denuncia hacia las políticas españolas y europeas en relación al incumplimiento de los derechos humanos, especialmente en temas migratorios. En 2016, unas trescientas personas viajaron a Grecia para denunciar el acuerdo de la vergüenza entre la UE y Turquía y reclamar un pasaje seguro y una acogida digna. El verano pasado ocho autobuses (500 personas) se dirigieron a Melilla para denunciar las devoluciones en caliente, las vallas con concertinas y los centros de internamiento y de estancia temporal para personas extranjeras. Además de la violencia que enfrentan las mujeres en el tránsito, la explotación laboral de las trabajadoras transfronterizas y los acuerdos de externalización de fronteras con Marruecos.
Este año, del 13 al 22 de julio, la iniciativa se centra en la ruta Franco-italiana y participan cerca de 300 personas. La Caravana Abriendo Fronteras ha iniciado este viernes 13 de julio su trayecto hacia Italia, con una salida multitudinaria en Salt, Girona. El acto de salida ha empezado con una manifestación con lemas como "Europa, canalla, abre la muralla" o "Ninguna persona es ilegal" y ha recorrido parte de la ciudad para acabar con una cena popular y conciertos.
Durante el acto, las portavoces de la Caravana, han leído el manifiesto para denunciar las políticas explotadoras europeas, que provocan el empobrecimiento y el desplazamientos de millones de personas, generan inestabilidad política y deshumanizan a las personas migrantes. También se pretende denunciar el acoso y la criminalización de personas y organizaciones de personas migrantes y solidarias con éstas, como la nueva ley de Hungría, demandar vías legales y seguras, el cierre de los CIE y la disolución del FRONTEX, y reclamar políticas de acogida dignas y efectivas y la derogación del Reglamento de Dublín.
Como caravana feminista, han indicado que quieren hacer visible la presencia de las mujeres y niñas en los procesos migratorios y denunciar la violencia sexual a las que se enfrentan en orígen, en tránsito y en destino, así como la vulnerabilidad específica a la que se enfrentan las personas LGTBI. Finalmente, han demandado procesos de regularización para todas las personas que se encuentran en situación administrativa irregular en los países miembros de la UE y garantizar las reagrupaciones familiares, igual que el cese de la represión y la violencia policial.
La salida de Salt no es casual. Esta ciudad de casi 30.000 habitantes cuenta con un 37% de personas sin nacionalidad española y sus derechos se ven frecuentemente vulnerados. Desde el Espai Antirracista de Salt y Girona han mostrado preocupación por la normalización de los discursos racistas y han denunciado batidas de la policía contra la población migrante, dificultades en el empadronamiento - primer requisito para obtener permiso de residencia- y restricción del derecho a voto.
La Caravana llegó el 14 de julio a Ventimiglia, donde participó en una manifestación internacional por un permiso de residencia europeo para las personas migrantes y refugiadas. La concentración fue un éxito, participaron 6.000 personas de 200 organizaciones europeas.
El viaje continúa hacia Sicilia, la principal vía de entrada de las casi catorce mil personas migrantes que han llegado a Italia por vía marítima en lo que va de año. "Italia está jugando en estos momentos un papel clave en el diseño de acuerdos de externalización de fronteras con países como Libia, que violan sistemáticamente los derechos humanos. La formación del nuevo gobierno italiano se ha convertido en referente de las políticas criminales xenófobas en el seno de la UE", expone la Caravana. Por eso se pone el foco en este país.
La iniciativa también pone el acento en la militarización de las fronteras y en la presencia de la sede central de Frontex en la zona. Así, en Catania denunciará la presencia de bases militares norteamericanas, que usan la isla como portaaviones para intervenir militarmente en Oriente Medio y en África.
Además la Caravana también pretende estrechar lazos de solidaridad, articular redes y conocer y apoyar iniciativas de acogida tan extraordinarias como la que lleva a cabo el Ayuntamiento de Riace, un pueblo de Calabria donde conviven personas de 22 nacionalidades entre las 1.800 que habitan el pueblo.