La próxima primavera se contará con rutas senderistas que llevarán hasta el Pico Cervero, los molinos y la Cueva de la Mora
La próxima primavera, Navarredonda de la Rinconada contará con una nueva red de rutas senderistas que aprovecharán la cultura y la historia de la Sierra de las Quilamas. En total se trata de tres rutas circulares completamente independientes que partirán de la localidad y tendrán como destino algunos de los lugares con mayor legado histórico de la zona.
La primera de las propuestas senderistas será una pequeña ruta que llevará a los visitantes hasta los restos de varios molinos en los alrededores de la localidad. Navarredonda de la Rinconada contaba con varios molinos en las cercanías, dada la importancia de la población en el auge de los hornos de cal. Se trata de una ruta sencilla, corta y con grandes vistas de la Sierra de las Quilamas.
El segundo de los recorridos llevará al público hasta la famosa Cueva de la Mora, una cavidad rocosa ubicada en el Pico de la Cueva, de 1433 metros de altitud, que forma parte de una de las leyendas más conocidas de la zona. La ruta será la más exigente de las tres, con vista también al Pico Cervero, que posee 1463 metros de altitud.
La tercera ruta tomará el camino contrario y llevará a los senderistas al norte, visitando lugares como la charca del pueblo, adentrándose en el principio de la comarca de las Dehesas. Las tres propuestas cuentan ya con un proyecto con perfil de ruta completo y propuesta de señalización observando la normativa actual.
Estas nuevas rutas demuestran el gran empeño de los vecinos de Navarredonda en ofrecer actividades y propuestas para todos, manteniendo el legado y las tradiciones pero mirando al futuro. Los propios vecinos se encargaron de limpiar los molinos para sus futuras visitas, y también organizan numerosas fiestas y actividades, como la concentración de caballistas que tuvo lugar a finales del mes de junio o la celebración de la feria de abril, sin olvidar la multitudinaria subida al Pico Cervero en bicicleta de montaña.
LA LEYENDA DE LA CUEVA DE LA MORA La Cueva de la Mora se encuentra ubicada al sur del pico que lleva su mismo nombre. Un lugar de difícil acceso hasta el momento, lo que se facilitará con la señalización que se instalará en un futuro próximo. La leyenda cuenta que la cueva fue utilizada como refugio por Don Rodrigo, el último rey de los visigodos, que tras la derrota en la batalla de Guadalete en el año 711, huyó al norte para salvar la vida. Tras su paso por el castillo de Valero, el monarca mandó construir unos pasadizos con varias escapatorias, siendo una de ellas la cueva de la leyenda. Las historias cuentan que fue en este lugar en el que Don Rodrigo compartió su romance con la reina Quilama, de la que se enamoró. También fue el lugar donde escondió el tesoro de los Visigodos. La leyenda cuenta que hay enterradas dos palomas de oro procedentes del tesoro de Don Rodrigo y que su mora amada las custodia. Según se cuenta aún en la zona, en las noches claras cercanas a San Juan del fondo de la cueva se oyen ruidos y lamentos procedentes del espíritu de la princesa mora que llora por su amado, ya que Don Rodrigo ocultó en la cueva a Quilama y el tesoro, pero el continuó su huida hasta la localidad portuguesa de Viseu, donde murió, condenando a Quilama a la espera eterna, para convertirse finalmente en el mito que ha llegado hasta hoy. |