Durante muchas décadas, los lavaderos y las pozas fueron lugares para hacer vida social en todos los pueblos
Uno de los lugares que formaba parte de la vida social de los pueblo era sin duda las pozas de lavar, espacios que hoy vemos tan abandonados, pero que en su día tuvieron una gran importancia.
Cada día, se juntaban, por lo menos, dos o tres mujeres y otras tantas niñas a lavar la ropa hiciera frío o calor.
El jabón se hacía en casa, con sosa y el tocino o la manteca que sobraba o se enranciaba.
No se consideraba un gran trabajo sino más bien, un lugar de reunión, y en cierta medida, motivo de alegría.
Era muy frecuente ver verdes praderas, alfombradas todas de sábanas blancas al sol mientras los chavales correteaban alrededor.
Otro de los lugares para lavar fueron los lavaderos públicos, construciones realizadas al aire libre, y no había pueblo de más de cincuenta vecinos que no luchase por la construcción de un lavadero, el único método conocido hasta la fecha para aliviar el dolor de las espaldas de las mujeres que se pasaban horas arrodilladas, frotando la ropa de la familia.
Fotografías:
PRIMERA: Mujeres lavando en la poza - 1980 (SAN PEDRO DEL VALLE)
SEGUNDA: Lavaderos y pilar (MILANO)