El equipo tormesino ya había rubricado con anterioridad la permanencia y tuvo contra las cuerdas al segundo clasificado que se jugaba el liderato
A punto estuvo el Santa Marta de poner el broche de oro a su excelente temporada y lo hizo de forma emotiva pues Rubén, que reaparecía tras una grave lesión era el encargado de reducir distancias con el Rayo Vallecano en la recta final y dejar abierto el encuentro. Los tormesinos, que tenían la permanencia cerrada hace días afrontaban la última jornada ante su afición ante el equipo madrileño que se jugaba el título de Liga pues el Atlético de Madrid sólo le sacaba dos puntos. Los rayistas se ponían 2-0 pero el Santa Marta sacaba la raza que ha tenido durante toda una temporada en la que ha ido de menos a más para reducir opciones y tener posibilidades de empatar. Aun así, la afición despidió a los rojiblanco con efusividad reconociendo el gran año.
Fotos: Alberto Martín