Argumentan que los pacientes deben decidir si quieren acceder a estos productos en sus hospitales de referencia como hasta ahora, o en estos establecimientos
COLEGAS-Confederación LGBT Española solicita al Ministerio de Sanidad que cambie la normativa actual por la que la dispensación de los medicamentos antirretrovirales se realiza desde los hospitales de referencia, para que puedan recogerse también desde las farmacias, con el fin de aumentar la adherencia de los pacientes a los tratamientos frente al VIH.
En Septiembre de 2016 Portugal aprobó un decreto-ley por la que se abre la puerta a la prestación de nuevos servicios en las farmacias lusas, entre ellos la dispensación de medicamentos actualmente asignados a la farmacia hospitalaria. Portugal está llevando a cabo un proyecto piloto para implantar la posibilidad de que las farmacias se conviertan en canal alternativo de dispensación de antirretrovirales en el Área de Lisboa.
Las farmacias participantes han tenido que adaptar sus instalaciones (zona privada para la atención, etc) para el proyecto, y los farmacéuticos han tenido que realizar además una formación específica para capacitarse. Los pacientes participantes han podido elegir, previa comunicación, si querían renovar la recogida de su medicación mensual en sus hospitales de referencia como hasta ahora, o en las farmacias participantes en el proyecto. Los resultados preliminares muestran que el 98% de los pacientes participantes prefieren la oficina de farmacia frente al hospital para recoger de forma mensual su medicación.
"Creemos que ofrecer el canal de las farmacias como alternativa a los hospitales de referencia va a redundar sobretodo en una mayor adherencia de los pacientes a sus tratamientos contra el VIH y en un mejor servicio. El actual servicio de las farmacias hospitalarias restringe mucho la accesibilidad de los pacientes por la limitación de horarios y sólo en días laborables, y por la distancia de los hospitales que hace perder mucho tiempo tanto en el trayecto como en la espera. Muchas personas además trabajan en ese horario, por lo que mensualmente tienen que pedir permiso para recoger sus fármacos. O lo más probable, faltar a su trabajo dado el lamentable tabú de tener que comunicar su estado serológico ante la empresa y enfrentarse a los prejuicios de compañeros y jefes, o más grave aún, ser objeto de mobbing o despido. Por estos motivos en muchas ocasiones los pacientes no siguen puntualmente su tratamiento, ocasionando pérdida de efectividad de los tratamientos y resistencia del VIH a los antirretrovirales", afirma Rutilio Martini, coordinador del Área de Salud de COLEGAS.
En el mismo sentido, añade que "si se toma correctamente la medicación antirretroviral, se consigue controlar la infección, pero en caso contrario el virus VIH puede desarrollar resistencias a los fármacos que dejan de ser efectivos. Estas resistencias, además, pueden ser transmitidas, por lo que una persona que se infecta por primera vez puede hacerlo directamente con un virus resistente".
"Actualmente el servicio de dispensación hospitalaria está más pensado en las administraciones sanitarias para facilitar su tarea de control, que en la propia comodidad y beneficio de los pacientes. Los pacientes deben decidir si quieren recoger su medicación en sus hospitales de referencia como hasta ahora, o en las farmacias que más les convengan. Es obligación de las autoridades sanitarias favorecer y facilitar un servicio más cercano a los pacientes, y la libertad de elección del modo en que quieren acceder a su medicación mensual. No se trata de rebajar los actuales controles sino que manteniéndolos se ofrezcan alternativas más cómodas y accesibles a los pacientes por un lado, y por otro lado evitar el crecimiento de las resistencia a los actuales medicamentos con el consiguiente coste a la sanidad pública", finaliza el Coordinador del Área de Salud de COLEGAS.