El 69% de los españoles no reconoce ninguna ecoetiqueta (frente al 44% de media en Europa) y solo el 25% las tiene en cuenta en su decisión de compra
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado el uso de etiquetas sostenibles en productos que se comercializan en España y la percepción que los consumidores tienen de ellas. Las ecoetiquetas o sellos de sostenibilidad fueron creados con la idea de facilitar al consumidor la tarea de distinguir los productos que se elaboran siguiendo unos estándares medioambientales más estrictos y en algunos casos, como el sello de comercio justo, también en el ámbito social y económico.
Sin embargo, en opinión de OCU, en los últimos años las ecoetiquetas han proliferado de una forma tan exagerada, que ha llevado a los consumidores a una confusión generalizada sobre su verdadero significado.
Actualmente pueden encontrarse en el mercado sellos basados en diferentes estándares (con diferentes modelos de certificación y de relevancia variable) junto a declaraciones de sostenibilidad con escaso fundamento e incluso manifestaciones publicitarias sin ninguna base.
La Organización de Consumidores cree que una ecoetiqueta es una buena herramienta para el consumidor que quiere incorporar criterios ecológicos o sociales en su compra, siempre que la misma consiga transmitir una garantía y sea sencilla de reconocer.
Además, OCU cree que para que esta herramienta sea realmente eficaz, deben desaparecer del mercado todas aquellas ecoetiquetas que no aporten un valor significativo y demostrado, de manera que solo permanezcan las que estén elaboradas con estándares creíbles, certificaciones independientes y sistemas rigurosos.
Del mismo modo, OCU demanda que se vele por que las empresas no lancen mensajes infundados haciéndose pasar por más sostenibles de lo que son en la realidad y que se penalice a aquellas empresas que hagan declaraciones sin fundamento o exageradas, apropiándose de lo "eco" o "socialmente responsable" como mero argumento de venta y da la bienvenida a iniciativas internacionales como las Directrices de Naciones Unidas sobre información sostenible de los productos, dirigidas a las empresas y organizaciones. Estas directrices se han desarrollado dentro del Programa "Un Planeta" de Naciones Unidas sobre el Objetivo de Desarrollo sostenible (ODS 12) "Consumo y Producción sostenible", programa en el que OCU participa como asesor.
¿Cuáles son las ecoetiquetas más fiables?
Para OCU, una ecoetiqueta es buena cuando transmite una garantía al consumidor y se comprende fácilmente. Así, la Organización enumera, sin ánimo de exhaustividad, algunas de estas ecoetiquetas de las que el consumidor se puede fiar:
1. Comercio Justo: Según OCU, se trata de una etiqueta completa porque certifica que el producto cumple con los estándares internacionales de comercio justo, que tiene en cuenta aspectos medioambientales, sociales y económicos.
2. Ecolabel de la Unión Europea: La Ecolabel designa productos con un impacto ambiental menor que otros de su misma categoría.
3. Cosméticos y detergentes naturales y ecológicos: El sello Ecocert es los los más reconocidos a nivel europeo y garantiza buenas condiciones de trabajo para los agricultores, así como la utilización segura de productos químicos, gestión de desechos o uso responsable del agua.
4. Textiles de confianza sin sustancias nocivas: El sello internacional Stardard 100 de Oeko-Tex indica que un producto textil está libre de ciertas sustancias nocivas, como pesticidas o metales pesados.
5. Papel y madera sostenibles: La etiqueta FSC garantiza que la madera o el papel que la exhiben procede de bosques que se han gestionado de manera sostenible.
6. Pesca sostenible certificada: Este sello garantiza que el pascado y marisco que llevan la etiqueta MSC vienen de una pesquería sostenible. Esto es, que las empresas mantienen un nivel saludable de especies, cuidan la integridad del ecosistema marino y desarrollan sistemas de gestión con criterios biológicos, ambientales sociales y tecnológicos.
Los consumidores españoles y las ecoetiquetas
El Eurobarómetro de octubre de 2017 muestra el impacto que las ecoetiquetas o sellos de sostenibilidad tienen en la decisión de compra de los consumidores europeos, y en el que se evidencian grandes diferencias entre países.
Así, mientras que el 70 % de los suecos tiene en cuenta las ecoetiquetas en sus decisiones de compra, solo a un 25% de los españoles les influye y el 59% ni siquiera se fija en ellas.
En opinión de OCU, estos resultados sobre la poca huella que las ecoetiquetas dejan en los consumidores españoles están muy relacionados con el gran desconocimiento que estos tienen sobre ellas: el 69% no reconoce ninguna ecoetiqueta (frente al 44% de media en Europa), siendo la Ecolabel la más reconocida, identificada por el 21% de los usuarios.