Los vagones eran tirados por locomotoras humeantes y se viajaba en compartimentos de 6 a 8 personas, abiertos y sin separaciones como hay ahora
Cuando nos referimos a trenes antiguos, todos pensamos en aquellos trenes de vapor, que básicamente tenían una caldera de agua que se calentaba con leña o carbón. Cuando el agua se calentaba se convertía en vapor haciendo mover unos grandes pistones que a su vez transmitían el movimiento a la ruedas.
Los vagones eran tirados por locomotoras humeantes y se viajaba en compartimentos de 6 a 8 personas, abiertos y sin separaciones como hay ahora. El jefe de estación siempre pendiente de su trabajo ondeaba su bandera roja dando salida al tren al escuchar el primer silbido de la locomotora dando su famoso grito "pasajeros al tren".
Hubo trenes muy famosos por la época en que aparecieron, como es el caso del Orient Express de mitad del siglo XX o el Transiberiano que ya han quedado un poco olvidados. Mucho ha cambiado el ferrocarril en nuestros días, atrás quedaron los trenes de vapor y sus vagones de madera, quedando ya un poco olvidados.
Hoy día los viajes son más cómodos y cada vez más frecuentes y rápidos gracias a la Alta Velocidad. Si embargo, aún se siente una gran nostalgia al recordar aquellos trenes antiguos en los cuales podías abrir la ventana y dejar que el viento te golpeara en la cara.
Fotografías: Trenes antiguos a vapor.
Esperanza Vicente Macías