Desde este viernes, la Calcografía, avenida de Italia 21, acoge este muestra que también incluye dibujos, pinturas y esculturas
La Calcografía recibe por primera vez en una exposición individual al artista Luis Salaberría, formado en los 80 en un Madrid revolucionado por lo cultural. Entra a la facultad de Bellas Artes y su paso por numerosos talleres del Círculo de Bellas Artes impartidos por grandes artistas, hace que su formación sea una alquimia de saberes única.
En esta muestra en la sala de la avenida de Italia 21, que se puede visitar desde el viernes hasta el 17 de abril, de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, así como los sábados por la mañana,presenta cerámicas recientes, acompañadas con dibujos, pinturas y esculturas, en pequeño formato, realizadas desde finales de los ochenta, lo infantil, el dibujo animado, el "minimal", el "art brut", la ilustración erótica o la imagen religiosa son influencias presentes en su trabajo y ha querido que estén representadas en las piezas de esta exposición, como también obras desde sus primeras exposiciones con la galería Juana de Aizpúru (1991) y del periodo en que es becado por la Junta de Andalucía y la Casa de Velázquez en Madrid (1991-1992).
Serigrafías para la carpeta "Lugar imaginario destinado a las solteras" (2004) o dibujos realizados para la edición del libro "Romantisme & Saucisse" (2005). También hay obras que formaron parte de series como "El alma se me engrasa", "Amanerado y espeso" o "Lo profundo en el ojo" que se expusieron en muestras como "La cicatriz interior" (1998), "Arte termita contra elefante blanco"(2004) o "Nulla die sine línea. Dibujo español contemporáneo" (2010).
La petite morte es un término que hace referencia a la pérdida de consciencia o desvanecimiento que se produce después del orgasmo, ese instante, esa concentración de melancolía o percepción de transcendencia, le ha parecido siempre una experiencia análoga a lo que se puede llegar a sentir durante la creación artística.
Luis confirma; "seguiré trabajando con el concepto de ornamento y lo abyecto, presentaré jarrones que remiten a formatos clásicos de decoración rococó, a lo vegetal y la anatomía, la excreción y lo genital se relacionan con lo kitsch de la porcelana de Meissen o de Capodimonte, flores como esfínteres, vulvas y cicatrices, lo orgánico como amenaza y la naturaleza como lo contrario del orden, barroco y caos frente a clasicismo y orden.
Las obras se reflejan unas en otras, el tiempo y las formas se diluyen. Desde una ilustración erótica o religiosa, desde la melancolía o la transcendencia, desde la anatomía o excreción; Luis Salaberría nos invita a adentrarnos a sus "57 Pequeñas Muertes"