Como en un gran teatro del cosmos, la línea del horizonte, coronada por las encinas, se recorta ante esos cielos luminosos que arden de modo intenso? (José Luis Puerto) / Foto de Ángeles Rebollo
Como en un gran teatro del cosmos, la línea del horizonte, coronada por las encinas, se recorta ante esos cielos luminosos que arden de modo intenso, antes de que la noche se haga con los espacios siderales.
Arden los cielos. ¿Quién logrará imitar esa belleza? Las encinas recortan sus siluetas perennes contra esa luz tan poderosa, que parecería querer abrasar en su fulgor todo lo creado.
Oscura la tierra, los cielos luminosos. Es el dualismo en el que estamos, que ya Fray Luis plasmara en sus hermosas odas.
José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo