La luz se vuelve jubilo y dora esta espacio de las aguas. Como júbilo es también el vuelo de las gaviotas en ellas. Estamos en una estampa de la celebración del mundo? (José Luis Puerto) / Foto de Ángeles Rebollo
La luz se vuelve jubilo y dora esta espacio de las aguas. Como júbilo es también el vuelo de las gaviotas en ellas. Estamos en una estampa de la celebración del mundo.
Todo se conjuga para ese cántico silencioso al que asistimos: los oros de la luz, las aguas que se dejan imantar desde lo alto y la ebriedad de las gaviotas al volar y al posarse.
El oro de las aguas. El oro de la luz. El oro de los vuelos. ¿No reside en todo ello la maravilla del mundo?
José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo