CIUDAD RODRIGO | La celebración fue presidida este año por el Obispo de la Diócesis, Raúl Berzosa
Ciudad Rodrigo completó en la mañana del miércoles las celebraciones del patrón de los animales, San Antón, con el día grande de los actos festivos en el barrio de San Andrés, que mantiene la tradición de celebrar a este Santo en la jornada en la que aparece en el calendario, el 17 de enero, caiga en el día de la semana que caiga.
La jornada del miércoles se abrió muy pronto, lanzándose el primer cohete en torno a las 8.30 horas, para anunciar que se iba a iniciar la venta de los clásicos panecitos bendecidos que, en bolsas de 4 u 8 unidades -a 1 ó 2 euros respectivamente- volaron un año más, agotándose un buen rato antes de la procesión, fijada para las 12 del mediodía.
En una mañana soleada, pero algo fría (de hecho a la hora de la procesión se levantó algo de viento), San Antón salió de la Iglesia de San Andrés con mucha puntualidad, viviéndose una novedad justo a las puertas del templo: la bendición de varios animales, algo que al menos en los últimos años nunca se había hecho en este barrio.
Concretamente, hubo tres perros en total (uno de los cuales 'se quedó' a la eucaristía posterior) que fueron bendecidos por el Obispo de la Diócesis, Raúl Berzosa, quién se encargó de presidir las celebraciones acompañado del párroco de San Andrés, Celso Martín Santos, y del diácono Miguel Ángel García.
En los actos, también tuvo un lugar destacado el mayordomo de este año de las celebraciones de San Antón en San Andrés, Ángel Sela Martín. Tras el Obispo desfilaron en la procesión los concejales Joaquín Pellicer, Soraya Mangas, Carolina Paniagua y José Manuel Jerez.
En lo que se refiere a la procesión, discurrió por el trayecto habitual por las calles San Antón, Canal, Mateo Hernández Vegas, Santa Clara y San Antón, encargándose dos agentes de la Policía Local -uno de ellos su jefe, Narciso Caridad- de supervisar el recorrido para evitar problemas con el tráfico. De vuelta al templo, se desarrolló una Eucaristía.
A la conclusión, llegó uno de los momentos más esperados, el sorteo de los aguinaldos, que se hizo con el método tradicional de un saquito con bolas del cual los presentes fueron sacando bola a bola para ir conformando los cuatro números premiados con los lotes que se podían contemplar en la puerta lateral de la Iglesia. Esos 4 números premiados fueron: 76.715, 05.851, 00213 y 87.334.
Una vez finalizó el sorteo, llegó la hora del convite en el salón parroquial, que en esta ocasión se quedó pequeño, siendo necesario colocar una mesa extra.