El técnico del CF Salmantino UDS no se excusa en las bajas, pero reconoce que se están retrasando los refuerzos tras las salidas de Jorge y Zarate y las lesiones de Tyson, Caramelo y Galván
Como se suele decir, sin pelos en la lengua y directo, Ramón Calderé comparecía tras la derrota ante los medios de comunicación. Enfadado por haber perdido los tres puntos, reconocía que las cinco bajas con las que el equipo afrontaba el encuentro hacen que tengan que llegar refuerzos cuanto antes. "He visto al equipo muy pesado, espeso. Somos pocos porque hay cinco jugadores menos (han salido Jorge García y Zarate y estaban lesionados Tyson, Caramelo y Galván) y se ha demostrado hoy que tienen que venir jugadores ya".
Además, una vez más trató de quitar presión a sus jugadores. "Llevábamos una línea buena. Lo de hoy es un paso atrás pero es que no me explico. Ha habido momentos de falta de seguridad técnica y no lo entiendo porque les he dicho que la diana soy yo. Pues que dejen que la afición lo pague conmigo, pero ellos a jugar y lo saben desde el principio. No puedo entenderlo y ese es el único reproche a nuestros jugadores. Parece que hay en casa una presión añadida. Son cosas que no puedo entender porque parece que con el 2-0 había terminado el partido y ellos, un equipo al que hay que felicitar por la fe, han demostrado que no, pero hay cosas que te sorprenden en un equipo que aspira a ser campeones y este camino no es el correcto".
Sin embargo, también hacía autocrítica. "Quizá no se ha acertado en el planteamiento o en los cambios", reconocía, para dejar claro que "hay acciones técnicas de jugadores que están entrenando bien y no salen. Hay que tener un poco más de orgullo y de carácter, porque ellos saben que si ejecutan a alguien es a mí. Quiero que jueguen con la tranquilidad de otros partidos como el mismo día de Unionistas y no logro convencerles. Con 2-0 hay que saber jugar este partido y nosotros con 2-1 ya no hemos creído", sentenciaba.