Los conjuntos del País Vasco y Castilla y León disputaron ayer domingo los últimos encuentros en el pabellón municipal
Tras cuatro días de entrenamientos y tres de torneo, el balonmano se ha despedido de Béjar, Candelario y Guijuelo. Las selecciones regionales de Castilla y León, Madrid y País Vasco recalaron en tierras salmantinas para celebrar una emocionante cita deportiva para aumentar el nivel competitivo y disfrutar de este deporte.
Del 6 al 9, las diferentes selecciones de categorías infantil, cadete y juvenil celebraron entrenamientos en los pabellones municipales de las citadas localidades, y desde el 8 al 10 diciembre se enfrentaron en un torneo amistoso, en el que no se entregaron premios ni hubo ganadores, en busca de una mayor camaradería y disfrute de los deportistas.
Béjar acogió los encuentros de las selecciones masculinas, Guijuelo las de categoría femenina y Candelario sirvió de apoyo en ambas categorías debido al gran número de participantes, más de 400, que coparon por completo los horarios de entreno y juego. En el día de ayer se cerró el evento, con los enfrentamientos entre las selecciones de Castilla y León y Euskadi.