En un video Pablo Iglesias confesaba que no creía ni en la bandera, ni en España, ni en la Nación y menos en la Constitución. Quizá por ser un charlatán repetidor de taberna no sabía que lo estaban filmando, esta coleta sin montera afirma en la grabación que "la identidad España para la izquierda una vez que termino la guerra civil está perdida". (Donde estaría él, hace 78 años) Entre los delirios de hipocresía que realiza, está el afirmar que "ser patriota es defender los servicios públicos" "ser patriota es defender los derechos sociales". Y acto seguido confiesa. Pero yo no puedo decir España. Yo no puedo utilizar la bandera rojigualda. Y concluye el video a la pregunta de España como referencia; la respuesta es no. No hay nada que hacer. Perdimos la guerra.
Que este individuo que vive de los impuestos de los españoles, no cree en España, ni en su bandera, ni en la Nación no debe sorprender a nadie. Difícil mente se puede esperar decencia en quien alaba a terroristas como Otegui y apoya a sediciosos golpistas catalanes denigrando a los que defienden la legalidad. No se puede esperar otra cosa de este personajillo.
Pero lo que es indignante la afirmación repugnante de que su conducta se debe a que perdió la guerra. Semejante barbaridad es una mentira miserable. Este hipócrita ignorante no habrá leído a intelectuales que fueron derrotados en esa guerra, "posiblemente esa derrota fue consecuencia de muchos ignorantes como él". Algunos renunciaron al comunismo que tanto quiere este personaje. Pero jamás ninguno renegó de España.
Quienes cruzan el mar cambian de cielo pero no de alma. España les dolía en el exilio, en la distancia y en la derrota, pero la sentían palpitar en sus entrañas. El 7 de noviembre de 1936 comenzaron las matanzas en Paracuellos del Jarama. Españoles con odio a España mataron sin descanso a compatriotas desarmados. Otras muchas matanzas siguieron con víctimas y verdugos de ambas partes. Hubo un tiempo en que no se hablaba de unas víctimas. Hoy no se habla de las otras. Pero el luto bueno es el que se guarda por todos los inocentes por igual. Es el luto del pasado doliente que no tiene miedo a la verdad.
Quizá el problema de este izquierdista totalitario rancio y montaraz, es que solo él tiene entrañas para destruir España en la que no cree, y ver cómo llegar al poder.
El poder busca en la historia, quien conoce la historia controla el futuro. Quien es capaz de inventarse una historia propia a costa de tergiversar la de España es capaz de cometer cualquier barbaridad.
Alguien se imagina que este revoluto podemita tuviera en estos momentos que vive España, poder para solucionar estos graves problemas. No todo vale contra el adversario político. Es inadmisible que digan que en España hay "presos políticos". Y este que le falta la vergüenza diga que en su país se encarcelan a opositores, no sabemos cuál es su país. España o Venezuela que es su modelo bueno.
Iglesias y todas sus pandillas, Colau, Fachin-chinchin, Rufianes, Chichi y el tertuliano de guardia argentino Echenique, saben que en España no hay presos políticos. Si los hubiera, cualquiera de ellos acumularía meritos sobrados para encabezar esa lista. Pero desde hace cuarenta años esa figura no existe, gracias al régimen de libertades del que disfrutamos. Que estos tanto desprecian.
Cuidado con el desprecio al Estado de Derecho y a la democracia, a ver si van a tener que tomar la misma medicina que los golpistas. No solo en las urnas, sino también en los Tribunales de Justicia?