Enmarcado en la campaña Pobreza Cero, tendrá lugar el próximo jueves a las ocho de la tarde frente a la iglesia de San Marcos
Bajo el lema 'Muévete contra la desigualdad', el próximo jueves, 26 de octubre, Cáritas Diocesana de Salamanca celebrará un nuevo Círculo de Silencio, enmarcado en la campaña Pobreza Cero. Será, como es habitual, a las 20 horas en la Puerta Zamora, frente a la iglesia de San Marcos.
Allí se leerá el siguiente manifiesto:
Como humanidad hemos desarrollado avances para lograr el bienestar de la gente, aumentando la riqueza global para conseguirlo. Pero a la vez, hemos fracasado haciendo que la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vivan en la pobreza y privados de una vida digna. Personas como nosotras y nosotros que tienen que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad. La desigualdad se ha disparado, tanto dentro de los países como entre ellos y el reparto de la riqueza y el poder parecen utopías inalcanzables.
Nos quieren hacer ver que el crecimiento económico y la desregulación del mercado producen mayor equidad e inclusión social. Una teoría que se ha demostrado falsa solo apuntalada por quienes detentan el poder económico y los mecanismos del sistema financiero y político imperante.
Muy al contrario, los agujeros negros de la globalización están dejando a mucha gente al margen del sistema, desdibujando las fronteras tradicionales que separaban el Norte del Sur. Grandes masas de la población mundial se ven marginadas: sin trabajo o que teniéndolo son pobres, sin horizontes, sin salida. Ya no son sólo víctimas de la explotación y de la opresión, sino además de la cultura del "descarte". Personas que han dejado de ser "explotadas" para convertirse en "población sobrante", una tragedia humanitaria.
La desigualdad de género sigue siendo un reto fundamental: un 70% de las personas que viven en situación de pobreza son mujeres. Es también sumamente preocupante el desempleo, en particular entre los jóvenes. El aumento de la frecuencia y la intensidad de los desastres naturales, la escalada de los conflictos bélicos, el terrorismo y las consiguientes crisis humanitarias y desplazamientos forzados de la población, están anulando muchos de los avances en materia de desarrollo y derechos humanos logrados durante los últimos decenios. Estamos retrocediendo y perdemos conquistas sociales básicas e innegociables.
Los mecanismos de la economía actual promueven una escalada imparable del consumo por encima de cualquier otra consideración social o medioambiental. Por eso debemos denunciar que este sistema económico promueve la exclusión, la inequidad y la insostenibilidad. Debemos denunciar una economía que mata y una riqueza que empobrece.
Debemos denunciar la indignidad reflejada en que no sea noticia la transeúnte que muere de frío o el migrante que muere en el estrecho y que sí lo sea una caída de la bolsa.
Debemos rebelarnos contra ideologías que defienden la desregulación absoluta de los mercados, sus grandes manipuladores y la especulación financiera y niegan el derecho de control de los Estados que debieran ser los encargados de velar por el bien común. Al contrario, se ha instaurado una nueva tiranía invisible que impone, de forma inapelable, sus leyes y sus reglas. A todo ello se añade una corrupción ramificada y una elusión y evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales.
En este sistema, que tiende a consumir todo para poder acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado. Así el cambio climático, el agotamiento de los recursos naturales, la pérdida de biodiversidad y la degradación del planeta aumentan las dificultades a las que se enfrenta la humanidad. Las irrenunciables luchas que hemos de asumir comienzan por defender el lugar en el que vivimos que forma parte absolutamente ligada a todo que es el planeta.
Por todo esto, en el Día Internacional de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, las personas y organizaciones que impulsamos Pobreza Cero hacemos un llamamiento para pasar de la acción local a la justicia global. Una movilización continua en la que todas las personas, sin discriminación, pueden ejercer su derecho a participar de forma equitativa para mejorar constantemente su bienestar y el del resto de la humanidad. Es por eso que pedimos la sociedad se movilice para presionar a sus gobiernos y conseguir medidas concretas y efectivas contra la pobreza, la desigualdad y la insostenibilidad, en su barrio, su ciudad, su comunidad, su país y en todo el mundo.
¡Nos movemos contra la desigualdad obscena!
¡No vamos a dejar a nadie atrás!