Como bien dice el refrán, el mejor lugar para ver los toros. Y debe ser verdad por el llenazo que a cada tarde torera presenta nuestra plaza. En los tendidos podrá haber la mitad o a veces menos del aforo, pero lo que es el callejón siempre está lleno hasta rebosar. Que lo vengo observando. En cualesquiera de los burladeros. Algunos que se tapan muy escasamente porque sencillamente ya no caben. Y algunas caras las veo ahí permanentemente desde que ellos y yo éramos adolescentes (que ya llovió). Muchos no conocen aún dónde se ubican las nuevas taquillas. Y no es que todos trabajen en eso, que no, que sé de sobra que van de gorra. Y hay que reconocer que desde que los toros son más gordos el peligro en el callejón disminuye bastante pues saltan mucho menos y dan menos sustos. Pero no estaría de más "limpiarlo", primero por seguridad y segundo por estética (en comparación con los tendidos y gradas medio vacías).
Hay otros muchos callejones que se nos van quedando con pena. El de Hovohambre, por ejemplo. Singular, céntrico y de solera gastronómica que fue. La propia Calleja con todo el sabor hostelero y vida a cualquier hora. Ese también era excelente refugio para todo. Los del antiguo Chino, ahora tranquilos y bien lavados. Todos estos callejones que también bullían en ferias. Eso ya pasó. Ahora sólo se llena y pervive el de la Glorieta en tarde taurina.
También callejones figurados por donde ahora transita nuestra sociedad y nuestros políticos, están llenos de mugre y de sobresaltos. Son poco seguros. Nada más ver los catalanes. Ahí te pueden asaltar y dar una puñalada trapera a la menor. Escasamente sanos para transitarlos. Pero ahí delante los tenemos y deberemos atravesarlos. El callejón del empleo precario, el del paro, el callejón de las futuras pensiones, el de la enseñanza devaluada, el del terrorismo universal, el de la competitividad, el de la cordura. Alguno de ellos hasta tuvo aires de pretenciosa avenida anteriormente. Las bacinillas se vierten ahora por esos lugares sórdidos y, encima, sin el preceptivo grito de agua va.
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