CIUDAD RODRIGO | En el Espacio Afecir se pudo ver 'La Torre' y en la Sala Esmark, el montaje de títeres 'El viejo y el mar'
La tarde-noche de jueves de la Feria de Teatro incluyó un total de 7 representaciones de otros tantos espectáculos, uno de los cuales ya se había podido ver en la jornada del miércoles: Sonetos de Amor Oscuro, de Viridiana Centro de Producción Teatral. Esta obra, en la que se presentan una serie de poemas de Federico García Lorca que estuvieron escondidos durante mucho tiempo, se representó de nuevo en el Edificio Educativo Municipal.
Esta tarde-noche de Feria comenzó como es habitual en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal, con una propuesta que causó gran sensación, No es otro estúpido espectáculo romántico, de Valquiria Teatro, cuyas protagonistas llevaban en Ciudad Rodrigo desde el inicio de la Feria, e incluso desde antes, ya que participaron el sábado en el programa Teatro por todas partes.
La obra de la tarde del jueves está basada en los textos de José Zorrilla, con motivo del bicentenario que se cumplió el pasado mes de enero de su nacimiento, presentando tanto los textos como el relato de su vida de una forma muy atractiva, arrancando incluso unas cuantas risas pese a que podía pensarse que era una obra 'más seria'. La función incluyó música en directo a cargo de una pianista y una flautista.
La siguiente obra fue la que se pudo ver en el Espacio Afecir, La Torre, de la compañía pacense Aran Dramática. En la misma se presenta a dos personas, Pérez y Márquez, que afrontan de una forma diferente el ocaso y la decadencia en sus vidas, y que se necesitan mutuamente aunque están dispuestas a aniquilarse, todo ello mientras esperan que llegue la construcción de una torre.
La última cita de la tarde-noche en espacios cerrados (dejando como siempre fuera el cierre de la jornada en Los Sitios), fue con un espectáculo de títeres titulado El viejo y el mar que la compañía Títeres de María Parrato escenificó en la Sala Esmark. Este montaje está basado en la novela homónima escrita por Ernest Hewingway durante el siglo XX, en la que se presenta una historia de superación y de libertad, pero también la relación entre un viejo y un niño.