Ruth María de la Inmaculada queda unida de forma definitiva a la comunidad de las Carmelitas
CIUDAD RODRIGO | El Convento de las Carmelitas cuenta en estos momentos con 17 hermanas, muchas de ellas peruanas
El Convento de la Sagrada Familia de Ciudad Rodrigo celebró en la tarde del martes la incorporación definitiva a la comunidad de las Madres Carmelitas Descalzas de la hermana Ruth María de la Inmaculada, de origen peruano, que había hecho su profesión de votos temporales hace ya más de cinco años, en abril de 2012.
La profesión solemne de la tarde del martes fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, quién estuvo acompañado de otro prelado, Antonio Gómez Cantero, que lleva unos meses al frente de la Diócesis de Teruel-Albarracín. Según apuntó Berzosa, Antonio Gómez Cantero es "amigo de personas de esta tierra", teniendo mucha relación con el Seminario Diocesano y siendo rostro habitual de la películas de Contracorriente Producciones.
Junto a ellos estuvieron varios sacerdotes más, entre ellos el Vicario General de la Diócesis, Tomás Muñoz Porras, y el delegado diocesano para la Vida Consagrada, Ángel Olivera, así como numerosos fieles, además del Coro de San Andrés, que se encargó de la animación religiosa.
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La parte de la profesión solemne propiamente dicha tuvo lugar a la conclusión de la homilía del Obispo, quién dio lectura a una supuesta carta de la Virgen María dirigida a Ruth María de la Inmaculada, en la que habla sobre cómo debe ser su nueva vida una vez incorporada definitivamente a la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
Con la hermana postrada en el suelo mientras sus compañeras le arrojaban flores, se cantaron las letanías, prometiendo a continuación Ruth María de la Inmaculada castidad y pobreza "a Dios y a la bienaventurada Virgen del Monte Carmelo". Siguiendo con el rito, la hermana firmó el documento escrito de su puño y letra por el cual se compromete a realizar los votos de la Orden, entregándole el documento a través del comulgatorio al Obispo, quién lo depositó en la mesa del altar.
En ese momento, los padrinos de la joven acercaron al altar tanto el velo negro que lucirá a partir de ahora, como una corona de flores; ambos objetos símbolo de su consagración.
En la actualidad, el Convento de las Madres Carmelitas cuenta con un total de 17 integrantes, muchas de ellas de origen peruano, lo que está permitiendo la supervivencia del Convento, a diferencia de lo ocurrido con el Convento de las Claras, que se ha visto obligado a cerrar por falta de vocaciones.