Calles y casas lucen estandartes, mientras los habitantes desfilaban con trajes de época
El Ayuntamiento y los vecinos de Arapiles celebran este fin de semana la conmemoración de la Batalla que ha llevado el nombre de esta localidad salmantina por todo el mundo y que tuvo lugar el 22 de julio de 1812, es decir, hace 205 años. Fue un acontecimiento crucial en la Guerra de la Independencia, en el que participaron alrededor de 100.000 soldados de cuatro nacionalidades y que acabó con más de 11.000 bajas, entre muertos y heridos, así como con cerca de 7.000 prisioneros del bando galo.
En estos días, las calles y casas del pueblo lucen estandartes y banderas. Este sábado tenía lugar un vistoso desfile de trajes de época en el que serán protagonistas los vecinos de todas las edades. Y el punto culminante será el tradicional homenaje a los caídos, que se realizará en el Arapil Grande, el domingo 23 de julio. Tras él, la programación se cerrará con una misa, una paella popular y juegos infantiles.
Batalla de Los Arapiles
La Guerra de la Independencia fue un terrible conflicto que asoló la península Ibérica de 1808 a 1814. La batalla de Los Arapiles o de Salamanca, librada el 22 de julio de 1812, fue uno de sus episodios más destacados, ya que se saldó con la absoluta derrota del ejército francés al mando del mariscal Marmont. La batalla de Los Arapiles privó a los franceses de las bases y los arsenales que necesitaban para llevar a cabo la invasión de Portugal, imprescindible para librarse de la constante amenaza que constitura el ejército aliado comandado por Wellington.
Además, la derrota francesa en Salamanca en 1812 marcará, junto con la desastrosa campaña de Rusia de ese mismo año, el principio del fin de la Europa napoleónica.
La batalla de Los Arapiles tuvo como consecuencias inmediatas que el rey José Bonaparte, que acudía en tardío auxilio de Marmont, se volviera a Madrid; que Soult levantara el sitio de Cádiz; que el 10 de agosto el rey intruso abandonara la capital y marchara a Valencia a donde llegó el día 31, y que los aliados entraran el 12 de agosto en Madrid, cuya guarnición capituló el 14, entregando gran cantidad de armas y municiones y ciento ochenta piezas de artillería.
Sin embargo el victorioso año de 1812 no terminó bien para los aliados ya que tuvieron que retirarse de nuevo hacia la frontera portuguesa en los alrededores de Ciudad Rodrigo. En octubre de 1812 Wellington fracasó en el asedio a Burgos, su único desastre real en esta guerra, y se produjo una retirada que algunos describen como más caótica incluso que la de Moore en 1808-1809 hacia La Coruña.
Programación festiva
Sábado 22
Domingo 23
Fotos de Alberto Martín