Día de playa y mucho, mucho baloncesto en un Campus Rudy que pone fin a su actividad deportiva
El último empujón. Esa es la sensación con la que uno se levanta en el penúltimo día de campus, que ya sólo queda el último esfuerzo antes de despedirse. En la sesión matutina de este jueves víspera del hasta pronto hemos cambiado de superficie de juego y de deporte. El Campus Rudy se ha trasladado a la arena de la playa para hacer una competición de vóley playa en un marco tan incomparable como el puerto de Pollensa, donde la principal atracción ha estado en la pista central, donde monitores y campistas se han enfrentado en un intenso y épico partido en el que, por supuesto, Rudy ha sido la gran estrella.
Tocaba remojarse en aguas mallorquinas y poner rumbo a nuestro centro de operaciones para coger fuerzas en la comida y prepararse para una tarde de puro baloncesto. La disputa de las finales de las competiciones y el All Star iban a ocupar toda la sesión vespertina, en la que también ha habido competiciones de habilidad y de tiro. Una tarde en la que niños y los padres, también presentes y participantes, han disfrutado de los tradicionales enfrentamientos. entrenador/entrenado.
La parte más especial la han puesto los jugadores de Disca Sports, que han dado toda una lección de superación y valores con el baloncesto en silla de ruedas, que todos pudieron probar después.
Y en la noche, las primeras lágrimas. Cantos, bailes y las primeras muestras de nostalgia. Fiesta de despedida. Pero la mejor fiesta siempre será la del baloncesto.
Texto y fotos: Alejandro López