San Cristóbal ‘estrena’ vehículo en su procesión motorizada por las calles mirobrigenses

Las calles mirobrigenses acogieron el paso en la mañana del domingo de la procesión motorizada organizada por la Parroquia de San Cristóbal para festejar al Santo que le da nombre, en la que se aprovecha que ese Santo también es el patrón de los conductores.

Los actos festivos comenzaron con la habitual misa presidida por el párroco Rafael Caño, quién recordó al final de la misma que en la procesión que iban a desarrollar a continuación "bendecimos a los objetos [es decir, a los vehículos], pero sobre todo a las personas".

Concluida la celebración eucarística, fue momento de llevar a cabo la procesión, en la cual hubo una doble novedad en lo que a la propia imagen de San Cristóbal se refiere, ya que cambió tanto de andas como de vehículo a la hora de procesionar por Ciudad Rodrigo.

Históricamente, la imagen se colocaba en una antigua furgoneta Renault 4 de color blanco, pero este año desfiló sobre un turismo Renault 5 de color rojo. Curiosamente, las matrículas dicen que el 'nuevo' vehículo fue matriculado con posterioridad al anterior (con las matrículas antiguas de Salamanca, la furgoneta era de la 'M', y el turismo es de la 'L').

El Renault 5 en el que procesionó San Cristóbal marchó en segundo lugar en la comitiva, por detrás del vehículo de la Policía Local que fue abriendo la procesión. Tras la imagen del Santo, desfiló el habitual jeep con el párroco Rafael Caño acompañado del seminarista mayor Miguel Ángel García y de una monaguilla.

A continuación, desfilaron una larga hilera de vehículos (entre ellos alguno de matrícula extranjera), hasta totalizar un total de 56, en la línea de los últimos años. Entre los mismos se puede destacar que hubo un par de motos, varias furgonetas y varios vehículos antiguos, que llamaron la atención especialmente a los niños congregados por allí. La comitiva la cerraba otro vehículo de la Policía Local.

La procesión transcurrió por el recorrido habitual de los últimos años, tomando el Paseo Carmelitas y siguiendo por Hermanos García Carraffa, calle Santa Clara, rodeo a las Tres Columnas, calle Santa Clara, zona del Árbol Gordo, Avenida de Béjar, calle Virgen de la Peña de Francia, y Paseo de Carmelitas para volver hacia la calle San Cristóbal y llegar a las puertas de la Parroquia.

Una vez allí, todos los vehículos pasaron por delante del párroco Rafael Caño, que fue rociando los vehículos con agua bendita. Además de los vehículos que habían participado en la procesión, también recibieron la bendición una persona en silla de ruedas y una bicicleta.