La pequeña tiene un retraso de crecimiento y cognitivo por el que actualmente sigue bajo control y tratamiento específico
Sacyl deberá pagar más de 437.000 euros a unos padres por diagnosticar la muerte fetal de dos niñas gemelas, lo que provocó que indujeran el parto de forma prematura y, sin embargo, una de ellas nació viva y con graves secuelas, según han informado a Europa Press fuentes del Defensor del Paciente, informa El Norte de Castilla.
En concreto, Sacyl deberá indemnizar al matrimonio de León por las «graves secuelas» originadas a su hija como consecuencia de un «déficit en el control de una gestación gemelar de riesgo ante la amenaza de parto prematuro en la semana 26».
Según los hechos relatados por el Defensor del Paciente el 26 de septiembre de 2010 la gestante ingresó en el Hospital de León por amenaza de parto prematuro, por lo que fue trasladada al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, al tratarse de una gestación gemelar.
Así, tras una ecografía que informaba de problemas en uno de los fetos, ante la presencia del llamado síndrome de transfusión feto-fetal, la madre continuó ingresada en su habitación sin que, según el colectivo, se indicara «ningún tipo de tratamiento ni medida de control y aseguramiento del feto que se estaba viendo perjudicado por el otro como consecuencia de esta transfusión entre fetos».
De este modo, pasados dos días, se realizó nueva ecografía en la que se cometió el «error» y se diagnosticó el fallecimiento de ambos fetos, lo que llevó a inducir el parto para extracción de éstos y, sin embargo, uno de los fetos nació vivo pero, dada la extrema prematuridad, la niña presentó «graves secuelas», tanto neurológicas como físicas de las que ha debido ser intervenida quirúrgicamente. Además, la pequeña tiene un retraso de crecimiento pondero-estatural y retraso psicomotor y cognitivo por el que actualmente sigue bajo control y tratamiento específico para mejorar su desarrollo personal en centros multidisciplinares.
Casi siete años después de sucedidos los hechos se ha alcanzado un acuerdo indemnizatorio con la Aseguradora de SACYL sin llegar a celebrarse juicio. Así, se indemniza con 37.152 euros por el fallecimiento de uno de los bebés, y con 400.000 euros por las graves secuelas derivadas para la niña que nace viva.
Fuente: El Norte de Castilla