Más de 200 niños se lo pasan en grande en el novedoso tobogán acuático

La cuesta de la Fuente de las Tripas de Ciudad Rodrigo, una de las vías habituales para alcanzar las zonas de recreo veraniegas en torno al río Águeda, se transformó en la tarde del domingo en algo parecido a un parque acuático, al albergar durante toda la tarde un gran tobogán hinchable, que hizo las delicias de más de 200 niños en total.

La idea de colocar este tobogán de 50 metros de largo en este lugar fue de la empresa Arte Charro, contando con el respaldo de la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento, a modo de apertura de las actividades veraniegas que se ofrecerán de un modo u otro desde el Consistorio mirobrigense en las próximas semanas.

Todos aquellos que quisieron tirarse por el tobogán tuvieron que pagar cierta cantidad (3? si eran menores de 10 años, y 5? a partir de 10 años) que les dio derecho a tirarse todas las veces que quisieron guardando la preceptiva cola. Los que fueron puntuales respecto a la hora anunciada para el inicio de la actividad pudieron bajar unas cuantas veces en pocos minutos, pero poco a poco fue creciendo el número de niños presente, lo que hizo que hubiese que esperar más tiempo en la cola.

A la hora de tirarse cuesta abajo por el tobogán (que se iba mojando continuamente) se debía emplear un flotador, aportado por la organización o traído por los niños de casa. Algunos de ellos decidieron llevarse grandes colchonetas, incluidos varios cocodrilos y un pato gigante.

Para facilitar estas bajadas, se contó con varios monitores, que impulsaban a los niños en la salida, y que les empujaban si hacía falta por el camino. Estos monitores sufrieron unas cuantas caídas (sin consecuencias, salvo las carcajadas de sus compañeros) debido a lo resbaladizo que estaba el suelo. Asimismo, también había monitores ayudando a los chavales a salir del tobogán en su parte inferior, donde había un pequeño espacio como piscina llena de espuma.

Después de casi cuatro horas de continuas bajadas ?supervisadas por una dotación de la Cruz Roja por si había algún incidente- el evento concluyó con una fiesta de la espuma, que se desarrolló un poco antes de lo previsto ya que el final de la tarde se puso un poco más desapacible. Aunque hizo mejor temperaturas que en los últimos días, el viento no dejó de soplar en toda la tarde.

Hay que apuntar que para poder desarrollar la actividad la calle Iberia estuvo cortada al tráfico durante toda la tarde (salvo su tramo inicial).