Estos cielos dorados de crepúsculo sostienen en sus lienzos las caligrafías, tan esenciales como bien trazadas, de los postes eléctricos, en los que reina la cigüeña. Todo tan bien escrito, o tan bien dibujado, que es lo mismo, por el azar del tiempo, p
Estos cielos dorados de crepúsculo sostienen en sus lienzos las caligrafías, tan esenciales como bien trazadas, de los postes eléctricos, en los que reina la cigüeña. Todo tan bien escrito, o tan bien dibujado, que es lo mismo, por el azar del tiempo, por el azar del mundo. Porque aquí cielo y tierra, en esta esencialidad que prescinde de todo lo accesorio, se afirman como nunca en su plena belleza.
José Luis Puerto (Texto) / Santiago Bayón (Fotografía)
(La provincia del alma).- Una cigüeña posa en un tendido eléctrico cerca de Morille